Por segundo año consecutivo, el Gran Maestro Internacional de Ajedrez Julen Luis Arizmendi Martínez, será el invitado de honor en una nueva edición del Benidorm Chess Open, que se desarrolla entre el 26 de octubre y el 3 de noviembre y que, como es norma habitual, tiene lugar en la populosa ciudad de la Marina Baja alicantina. Julen Arizmendi, prestigioso deportista español de la especialidad, nació en los Estados Unidos, el 5 de julio de 1976, tiene en su poder el título de Gran Maestro (GM) desde hace dos décadas (2004) y es una figura internacional en el panorama ajedrecístico mundial que ya estuvo el pasado año en la ineludible y prestigiosa cita costera.
Precisamente, se refiere a este segundo adjetivo cuando afirma, con rotundidad, que “es una auténtica fiesta del ajedrez, un verdadero festival que valoramos, y en gran medida, los ajedrecistas. Por supuesto que lo más importante es el torneo y su desarrollo en el ámbito deportivo y de competición, donde se raya a gran nivel. Pero es que, además, han conseguido rodearlo de un ambiente, de unos añadidos, de unos extras que son realmente notables y llaman la atención”.
Lo argumenta en que, “el hecho de que la inmensa mayoría de los participantes, jueces, invitados, organizadores y demás, estén concentrados en un mismo hotel (Meliá Benidorm), y que, en esa misma instalación, con sus enormes prestaciones, se desarrolle toda la competición, hacen que se genere un ambiente añadido realmente espectacular. La verdad es que no estamos muy acostumbrados a vivir, a disfrutar, de un entorno con estas características. A lo largo de todo el día, y en todos los espacios del propio hotel, se palpa, se vive el ajedrez”.
Regreso feliz
Sobre las sensaciones que tiene al saber que ha sido de nuevo el elegido para ser esa figura internacional que se convierte en referente a la sombra de la cita deportiva, apunta que “estoy muy feliz, muy contento de poder repetir este año. La experiencia de la pasada edición fue muy buena, muy gratificante. Como he dicho, pude comprobar, de primera mano, la entidad y la magnitud del torneo. Me pasaba por las distintas salas, por las diferentes estancias en las que la organización divide le precompetición, la competición y la postcompetición, y podía disfrutar de ese ambiente auténticamente ajedrecístico que comentaba antes. Abunda el Gran Maestro Internacional en que “se cuida mucho al jugador. Basta con ver las salas, su amplitud, su luminosidad, la distancia entre tableros... No estamos acostumbrados a eso. Y luego están los pequeños detalles que terminan por ser importantes en una concentración así: la comida, las bebidas, los espacios... Con cualquier deportista con el que hables termina haciendo referencia a todo esto y en plano positivo, en un perfil destacado”.