Eufórico, en la zona mixta, Lester Lescay no se desprende de su bandera mientras cuenta, aburrido, con su marcado acento cubano, eles en lugar de erres, la historia de cómo llegó a España y cómo se hizo español después de casarse con una chica de Burriana:
“Yo llegué y me casé con mi esposa. Esperé tres años y el 31 de diciembre me dieron la nacionalidad española, el tránsfer llegó el 12 de enero, y después de eso… ¡Soy bronce europeo, compadre!”. A mitad de explicación, interrumpida por ese arrebato de felicidad, Lescay coge la bandera de las puntas, la extiende como si fueran unas alas, y sonríe y grita de pura alegría.
Esa medalla de bronce en Apeldoorn (Países Bajos) es la undécima que logra el atletismo de la Comunitat Valenciana en los Campeonatos de Europa en pista cubierta. Dos de oro, cinco de plata y cuatro de bronce.
La lista comenzó con Rafa Blanquer, el primer español en superar en los ocho metros, que encadenó dos medallas de bronce en longitud, como Lester Lescay, en Belgrado 1969 y Viena 1970. Hubo que esperar 30 años a la siguiente. Hasta Gante 2000, cuando José Antonio Redolat, también valenciano, se proclamó campeón de Europa de 1.500.
Carlos Menéndez subió al tercer escalón del podio de Viena 2002 después de acabar tercero en el relevo 4x400. El castellonense Pablo Torrijos, quien parecido a Blanquer, fue el primer español en saltar 17 metros en triple, fue el siguiente gracias a su segundo puesto en Praga 2015, con récord de España incluido (17,04).