Fue su manera de rentabilizar un magnífico año 2014 y de sentir el cariño y la atención mediática que en España es muy difícil encontrar, sobre todo si eres ciclista.
Pero si el 2014 fue bueno para él, el 2015 tampoco le está dejando un mal sabor de boca a la espera del mes de octubre y su Campeonato de Europa en pista. Allí Sebastián y el resto del equipo español buscarán la gloria continental y seguir el camino rumbo a Río de Janeiro 2016, los que serían los segundos Juegos Olímpicos para un tipo adorado por los amantes de este deporte en la Comunidad Valenciana.
Campeonato de España de ciclismo en pista y Volta a València
Han sido los dos éxitos más recientes que ha vivido el castellonense, uno de los mejores del mundo en ciclismo en pista dentro de las modalidades de persecución por equipos e individual. Primero llegó Galapagar hace unas semanas con 5 medallas que colgaron de su cuello representando a la Comunidad Valenciana, y hace unos días entrando victorioso en la meta de la última etapa de la Volta a València-Trofeu Diputació.
“Era especial por correr en casa, y al haber sido campeón de la Comunidad Valenciana de ruta y contrarreloj la gente me decía que tenía que ganar alguna etapa. El equipo se volcó conmigo y ganar la última etapa estuvo muy bien”, confiesa Sebastián, que ahora ya solo tiene ojos para un reto suizo.
Europeo y Mundial como antesala de Río 2016
“El objetivo grande que toca ahora es el mes de octubre en el Campeonato de Europa de pista en Suiza”, afirma este fondista capaz de compaginar las dos disciplinas de ruta y pista. Allí se cruzará con lo mejor de lo mejor, incluido un Bradley Wiggins que ha vuelto a esta competición. “En las dos pruebas que yo me he marcado está Wiggins que ha vuelto a la pista, pero da igual, vamos a por todas y a ver lo que pasa”.
Si a él y al resto del equipo español les va bien tanto aquí como en el Mundial de Londres en febrero del año que viene, al final del camino encontraría otros Juegos Olímpicos como son los de Río de Janeiro, volviendo a vivir momentos inolvidables que ya tuvo en Londres 2012. “Vamos a ir primero al Campeonato de Europa y vamos a ser realistas con el objetivo que es el de estar en los Juegos, pero antes toca poner una piedra y luego otra para hacer la casa”.
Apunten su nombre y no lo pierdan de vista cuando lleguen estos importantes compromisos porque estará delante, cumpliendo con la definición que hace de él mismo y de su forma de correr sobre la pista. “Diría que soy rodador, puedo hacer la persecución individual y por equipos muy bien y de cara al sprint siempre tengo chispa. No soy muy rápido pero tampoco soy el más lento, me sitúo entre rodador y sprinter”, apunta alguien que ha exportado su talento más allá de las pistas europeas.
Aventura en Japón
6 meses estuvo compitiendo en Japón con el maillot del equipo japonés Matrix, junto a otro ciclista español, una etapa de su vida reciente que recuerda con mucho cariño y que le hizo dar vueltas más allá del país nipón. “Fue especial el ganar etapas en Japón, Taiwán o Tailandia, son experiencias nuevas corriendo el UCI Asia. La distancia, tener lejos a la familia o la forma de vivir es diferente, pero cuando se pone uno el dorsal y sale a correr es todo muy parecido”.
Reconoce que allí cambia la forma de correr, pero que al final “todo el mundo va rápido cuando suena el pito de salida”. La pasión ciclista y el ambiente familiar y cercano que se crea en los días de competición son cosas que le marcaron, con circuitos llenos y su nombre en boca de los aficionados japoneses. Una locura casi impensable en nuestro país, donde a duras penas se promocionan citas como la de hace dos semanas en Madrid y que volvieron a confirmar a Sebastián como la gran realidad del ciclismo en pista español.
Proyecto FER y oposiciones a policía
Becado por el proyecto FER en la categoría de Élite, a Sebastián le apena que en España no haya tantas oportunidades como él encontró en Japón, consciente de que si no estuviera la ayuda económica que le da la Fundación Trinidad Alfonso de Juan Roig sería muchísimo más complicado aguantar en su estatus actual. “El problema de España es que no hay equipos que apuesten por ciclistas de pista, aunque en general veo que no hay equipos en el ciclismo. Por eso sin el apoyo de FER no habríamos podido seguir el camino de entrenamientos y progresión que estamos teniendo”.
Pase lo que pase, a él no le va a ganar nadie a trabajo constante, “sin eso no llegas a ningún sitio, es un tópico muy gordo pero es la pura verdad”, y desde el día que sus padres le regalaron una bicicleta por Navidad y pudo entrar en las escuelas ciclistas de Villarreal no ha dejado de tener claro que toca “divertirse con lo que uno hace”.
Y Sebastián lo hace cada día, ahora teniendo un poco más apartadas las oposiciones a policía pero con la firme idea de seguir adelante con ellas en un futuro, sin pensar tampoco en dejar de dar pedaladas todos los meses del año combinando carretera y pista. No merece la pena ni ponerlo en duda, porque su respuesta define a la perfección su personalidad competitiva: “Me quedo con las dos superficies, me gusta estar encima de la bicicleta y rodar rápido. Es como elegir a papá o a mamá, me gustan las dos cosas por igual”.