Peñíscola FS vuela alto con Santi Valladares: "Este equipo no ha tocado techo"

La sonrisa de Santi Valladares al acabar el partido ante ElPozo Murcia lo decía todo. El Servigroup Peñíscola FS volvía a saborear una victoria después de tres encuentros sin ganar y lo hacía en un duelo de altura, con remontadas, goles, tensión y una grada volcada. Un 5-4 que reafirma a los de Castellón como una de las grandes sensaciones del curso en Primera División. Y su técnico, sin esconder la satisfacción, se aferra al espíritu de grupo: "Volver a ganar después de todos los percances que hemos tenido y además contra un rival de mucha importancia como es ElPozo… recuperar la victoria con todos los condicionantes nos vuelve a dar ese puntito que habíamos perdido en Burela".

Desde que aterrizó en Peñíscola en 2021, el técnico gallego ha sido el arquitecto silencioso de una estructura deportiva que se ha ido consolidando año tras año. El ascenso a Primera en la 22/23, el décimo puesto en la élite en su primera campaña y, este curso, una gesta mayúscula: campeones de la Copa de España por primera vez en su historia, terceros en la clasificación y con plaza asegurada en el Playoff y en la Final Four de la Copa del Rey.

"Presión, ninguna. Cero desde el primer día", asegura con tranquilidad Valladares. “Los objetivos eran claros desde el inicio. Queríamos dar un paso más y meternos en la Copa de España. Lo conseguimos con cuatro partidos de margen, la ganamos, nos clasificamos para la Copa del Rey y estamos en el Playoff. Todo lo demás ha llegado como consecuencia del trabajo”.

Un trabajo que va mucho más allá del parqué. Valladares pone en valor un proyecto que, en su opinión, "se hace bien desde arriba". Una directiva comprometida, una plantilla diseñada con mimo y un equilibrio entre veteranía y juventud que ha sido clave. "Queremos mantener el bloque que ascendió porque tienen experiencia y también hay jóvenes con mucho potencial. La dirección deportiva trabaja muy bien y eso se nota en el día a día".

En Cartagena, sede de la Final Four de Copa del Rey, les espera el Movistar Inter el próximo 17 de mayo. Un coloso de este deporte, pero el técnico no se achica: "¿Qué quieres que diga de Inter? Es uno de los clubes más laureados… pero creo que a ellos tampoco les hizo mucha gracia que les tocara Peñíscola. A un partido puede pasar cualquier cosa".

La Copa de España, ganada en marzo, fue un ejemplo de lo que representa este Peñíscola: un grupo sólido, implicado y resiliente. “El trabajo no te garantiza el éxito, pero sin trabajo no te llega. En la Copa hubo lesiones importantes, pero los jóvenes que venían jugando menos dieron un paso al frente. Ganamos porque somos un equipo, y lo que gana es el grupo”.

Y ese grupo no se conforma. El tramo final de temporada es exigente, pero en el vestuario solo hay ilusión: “Vamos a intentar quedar lo más arriba posible para tener factor cancha en el playoff. Sabemos que tenemos la enfermería llena, pero estamos recuperando piezas importantes y queremos llegar a la Copa con todos”. Entre los que vuelven están Elías, Quintela y Pani, claves para mantener el ritmo competitivo.

A nivel físico, Valladares se muestra tranquilo: "Somos una plantilla amplia y adecuamos las sesiones para llegar con la carga adecuada. Las piernas están bien y lo importante es que en los momentos importantes los tengamos a todos". Además, el éxito no ha cambiado la esencia del equipo. La humildad sigue siendo su motor: "Somos un grupo de chicos muy humilde pero tremendamente ambiciosos. La clave del éxito es el grupo y la forma de entrenar. Este equipo no ha tocado techo”.

También hay espacio para la memoria. Valladares no olvida a Juan Vizcarro, el expresidente del club fallecido en 2021: "Nuestro presi hubiera disfrutado como nadie. Siempre está en nosotros su recuerdo. Una ciudad pequeña como Peñíscola tiene que disfrutar este momento". Sobre su futuro, el técnico mantiene la cautela. Fiel a su filosofía, no mira más allá del presente: “Siempre he sido de ir año a año. El club sabe que estoy a gusto, pero tengo a la familia lejos y hay que sopesar muchas cosas. Me gusta entrenar, estar con los chavales, preparar los partidos… pero también soy mayor y hay mucha gente joven que viene apretando”.

Con 25 años de historia a sus espaldas, Peñíscola vive su momento más dulce. Un club humilde, con los pies en el suelo y la ambición por bandera. Y un técnico que ha sabido combinar exigencia y disfrute, trabajo y libertad. Con Santi Valladares al mando, el techo todavía queda lejos. Porque como él mismo repite, "ya que estamos aquí, vamos a disfrutar y a ver hasta dónde llegamos".