Entre los deportes que podrían regresar está el kárate, que estuvo a prueba pero no se quedó fijo después de Tokio 2020, y otras disciplinas como el Break Dance, Béisbol y Sófbol, Cricket, Lacrosse, Squash, Kickboxing e incluso el Motor están tratando de tirar la puerta abajo para irrumpir con fuerza en los Juegos Olímpicos que tendrán lugar en California dentro de 6 años.
También el fútbol americano, en su modalidad de flag (sin contacto) está invitado a presentar credenciales que le hagan merecedor de un puesto en el programa olímpico, aunque en su caso tiene ganado el terreno de que hablamos de un deporte que es religión en los Estados Unidos, siendo la NFL (la competición profesional del fútbol americano con casco y coraza) la liga más popular en el país de las barras y estrellas.
Recientemente la localidad de Birmingham (Alabama) albergó los World Games, una especie de Juegos Olímpicos para los deportes que no están incluidos en el programa olímpico y en ellos el Flag Football fue una de las modalidades estrella. Triunfaron Estados Unidos y México, dándole todavía mayor visibilidad a una modalidad sin contacto que ya tiene popularidad en USA y ahora sueña con más fuerza que nunca con ser parte de Los Ángeles 2028.
«Podría ser un punto de inflexión para el fútbol americano en España»
Echando un vistazo dentro de nuestras fronteras, y más en concreto la Comunitat Valenciana, sabemos que precisamente gracias a la modalidad del flag el fútbol americano está creciendo sobremanera en los últimos años.
Hay proyectos que compiten a nivel autonómico y nacional, y los clubes históricos de tackle desarrollan categorías de formación donde los recién llegados a este deporte dan sus primeros pasos gracias al flag. Hablar de Firebats, Giants, Dolphins, Sharks, Ricers, Templaris, Linces o Industriales es hacerlo de una ardua labor a diario para mantener viva la llama de este juego en tierras valencianas.
Aunque, dicho sea todo de paso, el gran salto que debe pegar el football a nivel global en esta comunidad autónoma también irá de la mano del nacimiento de una federación territorial propia, desligándose de la actual donde comparten protagonismo con el béisbol y el sófbol.
Manuel Miguel es una de las figuras que más sabe de este deporte, y de su evolución, dentro de la Comunitat Valenciana. Fue durante muchos años jugador en la línea ofensiva de los mejores Valencia Firebats de la historia, campeón nacional y competidor por el Viejo Continente contra proyectos mucho más poderosos. Eran tiempos distintos en torno al football en España, que nunca ha dejado de ser amateur en este siglo XXI aunque en diferentes períodos ha visto proyectos más boyantes que otros.
Creo que será un visto y no visto porque dudo que después de Los Ángeles mantengan el flag football en el programa olímpico»
Retirado ya desde hace años de la modalidad de contacto, encontró como muchos otros veteranos refugio en el flag para seguir matando el gusanillo del fútbol americano. Junto a nombres como los de Nayim, Canario, Kelly o Alex Silvestre han llevado a los Valencia Firebats a múltiples éxitos nacionales e internacionales en el flag, y además la sección femenina del club valenciano también es una de las mejores de España.
Por eso habla con propiedad y con ilusión acerca de la posibilidad, que ve muy factible (el COI lo anunciará en el 2023), de que su deporte se estrene a prueba en unos Juegos Olímpicos coincidiendo con la visita a Estados Unidos, donde no necesita presentación a diferencia de España, en el que solo recibe más atención mediática cuando llega la Super Bowl. Aunque al mismo tiempo, matiza, «creo que será un visto y no visto porque dudo que después de Los Ángeles mantengan el flag football en el programa olímpico».
En Europa (con mucho jugador nacionalizado) hay muchos países con alto nivel, pero es sobre todo Norteamérica, México y algún que otro lugar de Centroamérica donde se concentra un gran potencial en esta modalidad. No es un deporte extendido en los cinco continentes, algo que pelea en su contra para hacerlo fijo en el calendario olímpico, pero el hecho de que pueda ganarse un hueco en 2028 es motivo de satisfacción y de esperanza por las repercusiones económicas y mediáticas que llevaría aparejado algo así.
Como «punto de inflexión» lo denomina Manuel Miguel, que además de jugador ha desarrollado faceta arbitral y de entrenador en este deporte. Serviría para entrar en las ayudas económicas que reciben los deportes olímpicos, ofrecería mayor exposición en los medios de comunicación y tal vez incluso permitiría encontrar una necesaria regeneración en los equipos nacionales de flag, de mucho nivel a día de hoy pero sin un relevo joven de alto nivel que mantenga el listón a medio y largo plazo.
Un impulso para el flag español y las selecciones nacionales
No muchos fuera de este deporte saben que la selección femenina española es la vigente campeona de Europa, con valencianas como Alicia Miguel, Alicia Galiana, Ana Leal o Violeta Wiksten en sus filas, o que los chicos donde también hay presencia valenciana se quedaron muy cerca de estar en los World Games de hace un mes. Rozaron el billete pero Francia les apeó con claridad, como también lo tocaron con la punta de los dedos las chicas que se quedaron a un puesto de pasar el corte.
Pero eso demuestra que la distancia con las principales potencias europeas aún es importante, y que al auge de licencias que cada año tiene el flag en nuestro país toca buscarle acompañamiento en forma de calidad, con un plan estratégico que desarrolle la estructura de esta modalidad desde las territoriales hasta las selecciones nacionales. Solo así se podrá aprovechar la ola del flag en los Juegos Olímpicos.
Y es que, al igual que el Lacrosse y otros deportes más extendidos en USA, Los Ángeles 2028 apunta a ser la oportunidad perfecta para lucir el cada vez más extendido flag football.
Es labor de los que dirigen su destino en países como España que todas esas iniciativas de clubes y canteras de flag que están cogiendo fuerza sirvan para lanzar a esta modalidad rumbo a los JJOO. Solo así no será flor de un día, y habrá servido para dotar de mayor fortaleza a un fútbol americano nacional que gana terreno con un flag que está a las puertas de un gran acontecimiento.
¿Podrán clasificarse para los JJOO si el COI da luz verde para 2028? ¿En España marcará diferencias algo así de cara a impulsar este deporte entre instituciones, marcas, medios de comunicación y público? El tiempo dirá…