Tras imponerse por 5-3 a la anfitriona Francia en el Parque de los Príncipes, los de Santi Denia se suman a los de Luis de la Fuente en cuanto a la consecución de títulos para el fútbol nacional y atesoran para el fútbol patrio el segundo oro olímpico tras el logrado en Barcelona 92.

Pero no fue sin sufrimiento, como suele acontecer la épica. El combinado galo se adelantó en el minuto 12 con un gol de Millot. La Roja empató el encuentro siete minutos después con un tanto de Fermín, y remontó con otro disparo del centrocampista del Barcelona. Un enchufado Baena clavó una magnífica falta directa poco después y aumentó la distancia en el marcador antes del descanso. La ventaja de 3-1 parecía cómoda, pero una final es una final y el equipo galo recortó distancias a doce minutos de la conclusión con un gol de Akliouche en un lanzamiento de falta lateral.

En el descuento, el colegiado rindió pleitesía al factor local señalando un riguroso penalti en algo que tuvo más de pugna mutua que de claro agarrón, y los locales empataron desde los 11 metros. La prórroga estaba servida y bajo el cielo de París parecían reiniciarse todos los relojes y ennegrecerse todos los augurios. Pero en el tiempo extra, Camello, iluminado como nadie, volvió a adelantar a los nuestros tras picar el balón en un uno contra uno ante el portero galo, aprovechando un maravilloso y preciso pase en profundidad. Definió de nuevo con precisión quirúrgica para firmar la sentencia y decretaba el estado de felicidad en el minuto ciento veintiuno.

Francia también aspiraba a ganar por segunda vez la medalla de oro después de haber hecho lo propio en Los Ángeles 1984. Pero al igual que ocurrió en la Eurocopa cuando nos impusimos a ellos, tendrán que esperar, porque el gallo, en cuanto a lo que al fútbol se refiere, está del otro lado de los Pirineos.

España rubrica un 2024 futbolísticamente monumental, sólo ligeramente deslucido por un equipo femenino cuya racha victoriosa se frenó en seco al verse claramente superadas en la semifinal por una gran Brasil, y estrellarse definitivamente ante Alemania en el partido por la medalla de Bronce con ese penalty fallado en el minuto 97 por una inconsolable Alexia Putellas.

En cualquier caso, la delegación española suma y sigue, acercándose sobremanera a la meta de superar las 22 medallas conseguidas en una tan lejana como referencial Barcelona 92.