A Pepe Pla le llamamos a última hora de la tarde del lunes 4 de noviembre. Ha terminado su jornada laboral y se dirige al hospital La Fe para para hacer llegar desde ese punto botas de agua a Albal y La Torre. El entrenador valenciano lleva prácticamente desde que llegó la gran riada el martes 29, ayudando en las tareas pertinentes en la pedanía de La Torre, donde el campo del equipo en el que trabaja, el Discóbolo La Torre, ha quedado totalmente destrozado.
Cuando ya se ha cumplido más de una semana de esta catástrofe histórica a nivel mundial, YSN quiere pulsar la opinión y el estado de uno de los equipos más afectados por el temporal. El Discóbolo La Torre presume por tener a su equipo femenino, que entrena el propio Pepe, jugando en nacional. Aunque, ahora, lo que menos importa son estos apuntes.
“Es una situación muy complicada y muy dura. Yo vivo en Valencia, pero he pasado mucho tiempo por las calles de La Torre porque mi despacho está allí y al final haces mucha relación con la gente que vive allí. Mucha gente del club es de allí… Por obligación moral he estado cuatro días seguidos ayudando”, empieza explicando a YoSoyNoticia.es.
Como es evidente, Pepe comenta: “Yo no estoy pensando en fútbol. Y mis futbolistas tampoco. No estamos por la labor ahora de pensar en fútbol. Es muy duro lo que está sucediendo: pérdidas de familiares, hogares, e incluso sin la posibilidad de construir la casa de nuevo”. Estas son las perdidas, lamentablemente, más duras durante estos últimos días. Es por ello que el fútbol y el deporte en general pasa a un plano más que secundario.
El entrenador valenciano describe también la situación deportiva del equipo y del campo de La Torre en el que jugaban: “Nos hemos quedado en mitad del campeonato sin un hogar donde disputarlo. No sé si se va a poder reconstruir porque también es un club que las instalaciones son privadas. Nos costó cambiar el césped y ahora mira, ni existe. Y los muros se derrumbaron y los coches acabaron dentro del terreno de juego. Estaba siendo un año muy duro en distintos aspectos y esto ha acabado de rematarnos”.
El Discóbolo La Torre cuenta con 10 equipos, siendo el amateur femenino el que juega en una categoría superior, en nacional. El club acoge a muchísimos jugadores del barrio que han encontrado durante años en el fútbol y en la propia entidad un refugio donde divertirse y olvidar las complicadas situaciones del día a día. “Es un club de barrio que siempre ha dado la oportunidad a muchos chicos de aquí. Hemos hecho siempre una labor de barrio. No solo se nos va nuestro hogar a nivel deportivo, sino la positividad de dar salida a niñas mediante el deporte”, detalla Pepe.
Pero el entrenador vuelve a su idea principal: “Estamos en la batalla de ayudar al barrio de La Torre y a las situaciones personales y luego ya en un corto o medio plazo ya veremos lo que podemos hacer. No sé nada ahora: ni dónde se va a trasladar la escuela, ni dónde entrenaremos y jugaremos. Necesitamos alguien con una luz al final del túnel que nos guía. Igual que el resto de poblaciones, todos querremos buscar una solución y ahora mismo no sé cuál es”.