Hace menos de una semana, Adriana Martí, joven gimnasta natural de Manises, hizo historia al consagrarse como campeona del mundo junto a sus compañeras en la modalidad de Aerodance en el Mundial de gimnasia aeróbica de Pesaro (Italia), celebrado entre el 20 y el 22 de septiembre. España nunca había subido al podio en esta disciplina, y la hazaña se vivió de una manera aún más especial para Adriana, quien compitió lesionada, desafiando a sus rivales y a sí misma.

“Esta temporada ha sido muy dura, hemos tenido mala suerte con las lesiones”, cuenta Martí, que a sus 16 años ya se destaca como una de las promesas de esta disciplina. A pesar de sufrir una entesitis en el psoas, Adriana dejó claro que el dolor quedó atrás en cuanto comenzó la competición. “Por mucho que me doliera durante los entrenamientos, dentro del tapiz se me olvidó todo. La mente hace cosas increíbles cuando estás concentrada en un objetivo tan grande como éste”, confiesa la gimnasta manisera.

Comparándonos con otros países, hemos tenido la suerte de entrenar todas juntas en nuestro club, Abetmar, sin movernos de casa

El equipo, compuesto íntegramente por gimnastas valencianas, en concreto, Paula Alapont, Rebeca Muñoz, Noa Huertas, Nuria Díaz, Candela Gramage, María Torres y Piero González, no tuvo que desplazarse a otras ciudades para entrenar, lo que supuso una ventaja. “Comparándonos con otros países, hemos tenido la suerte de entrenar todas juntas en nuestro club, Abetmar, sin movernos de casa. Era como tener un CAR en nuestro propio lugar de entrenamiento”, comenta entre risas.

El camino al éxito no fue fácil. Tras competir en el Europeo de 2023 en Turquía, donde quedaron novenas en Aerodance y terceras por equipos, las expectativas para esta cita mundialista eran altas. “No logramos nuestro objetivo en Turquía, pero entrenamos muchísimo después de eso. Cuando vimos que éramos campeonas del mundo en la pantalla todas juntas, fue algo increíble, nunca he sentido tanta emoción junta. Ya había sido muy feliz al quedar terceras en las semifinales, pero esto… no podía parar de saltar, reír y llorar. Es lo más alto a lo que puedes llegar en la gimnasia aeróbica con esta edad”, asegura emocionada la joven gimnasta.

Cuando vimos que éramos campeonas del mundo en la pantalla todas juntas, fue algo increíble, nunca he sentido tanta emoción junta

Adriana todavía tiene un año más en la categoría junior, y ya mira al futuro con ambición. “Espero poder estar en el Europeo de 2025. Aún no sabemos qué nos deparará, pero quiero que nos seleccionen. Cada año las coreografías cambian y algunas compañeras subirán a sénior, así que será distinto. Mientras tanto, ya estoy entrenando las dificultades de sénior para adaptarme poco a poco”, explica Adriana.

Sueño olímpico… ¿imposible?

La gimnasta también reflexionó sobre el sacrificio que exige su deporte, que, a pesar de no ser olímpico, requiere un esfuerzo constante. “Entrenamos tres horas al día, seis días a la semana, y los sábados, cinco horas. He tenido que renunciar a muchas cosas, como las vacaciones, pero lo que he conseguido no tiene precio. Por otro Mundial o Europeo, lo repetiría sin dudarlo”, reconoce la gimnasta del Abetmar Burjassot desde hace dos años.

“Entrenamos tres horas al día, seis días a la semana, y los sábados, cinco horas. He tenido que renunciar a muchas cosas, pero lo que he conseguido no tiene precio

Martí espera que, algún día, la gimnasia aeróbica y acrobática puedan tener un reconocimiento más amplio. “Me encantaría que fueran deportes olímpicos. Son increíbles y merecen que el mundo los vea”, concluye Adriana Martí, cuyo futuro promete ser tan brillante como su presente.