El golf es un deporte que se suele transmitir de generación en generación. En muchas ocasiones, cuando un niño o niña empieza a jugar al golf es porque algún familiar o conocido que ya practicaba el deporte. Es el caso de Lucía Valderrama, que practica este bonito deporte desde pequeña gracias a la afición que le transmitió su abuelo.
Germán Valderrama, abuelo de Lucía, conoció el golf por la tele, gracias a las grandes gestas de Severiano Ballesteros. La pasión que sintió al ver al gran Seve le llevó a practicar el golf durante años y a compartirlo con sus familiares y amigos de su pueblo, Motilla del Palancar. Ese entusiasmo por el golf le llegó también a Lucía quien, desde pequeña, se apuntó al club al que ha ido su abuelo durante muchos años y al que también se apuntó su padre, Javier Valderrama, el Club de Golf Escorpión.
Mi abuelo me lo enseñó todo y desde pequeña me encanta este deporte, se lo debo a él
“Cuando empecé, mi profesor era mi abuelo durante varios años. Al menos hasta los doce, donde ya empecé a entrenar con el profesor del Escorpión y luego ya cambié a José Manuel Carrilles, con quien estuve hasta que me seleccionaron para la Blume. Mi abuelo me lo enseñó todo y desde pequeña me encanta este deporte, se lo debo a él”, explica Lucía Valderrama.
Con doce años se entrenaba todos los días y empezó a sacrificar parte de su vida social por el golf, porque quiere dedicarse a esto…y tiene mimbres. “Con Carriles mejoré muchísimo y me llamaron para jugar en el Campeonato Interterritorial, donde quedamos terceros. Poco después, con 14 años, me llamaron para ir a la Federación Española, con los grupos de tecnificación”, asegura la golfista de 16 años.
Desde entonces, siguen contando con su talento en diferentes campeonatos internacionales, como el Campeonato de Europa de Eslovaquia, donde consiguieron la medalla de bronce. “Fue un trabajo en equipo increíble, fue una pasada de experiencia. El primer día jugué muy bien yo y el resto de días fueron mis compañeras cuando yo no pude hacerlo tan bien”, comenta Lucía.
Sueño con ser profesional y jugar en la LPGA y voy a luchar por conseguirlo. Voy a apostarlo todo
Tiene casi toda su carrera deportiva por delante, la cuál, se debe ir ganando año a año, paso a paso. Así consiguió ser reclutada para la Residencia Joaquín Blume de Madrid, donde está hace dos meses y donde proseguirá su formación hasta que comience la universidad en Estados Unidos.
“En la Blume estudiamos y entrenamos, todo de 8 a 20 y luego debemos estudiar para aprobar. Es duro, pero ya estoy acostumbrada a luchar por lo que quiero. Lo tengo muy claro. Antes mi sueño era estar en la Blume y ahora estoy. Ahora sueño con ser profesional y jugar en la PGA y voy a luchar por conseguirlo. Voy a apostarlo todo”, revela la deportista de Valencia.
Se marcha a Michigan becada
Lucía va dando los pasos correctos para poder labrarse un futuro en el golf profesional. El camino es complejo, pero ella es consciente. Está centrada en cumplir con sus objetivos para poder disfrutar de la formación y de la universidad de Michigan State, a la vez que se forma para ser golfista profesional. Con Seve y Tiger Woods como referentes, la golfista apunta alto.
En un año firmaré el contrato oficial y en agosto de 2025 me iré allí a seguir formándome mientras estudio
“En un año firmaré el contrato oficial, pero hasta que no acabe Bachillerato, no me iré, que será en agosto de 2025. Hasta entonces, seguiré aprendiendo y formándome, que tengo la suerte de compartir entrenamiento con Rocío Tejedo, Cloe Almión y Balma Dávalos casi a diario y eso es una pasada. Son un ejemplo cercano a seguir”, cuenta Valderrama.
A buen seguro que Lucía dará muchas alegrías al golf español a nivel internacional. El camino es largo, pero los sueños están para alcanzarlos. En las venas le corre la pasión que le enseñó su abuelo y que cultivó desde bien pequeña. Con esa mezcla de talento, amor, pundonor y dedicación, llegará hasta donde se proponga.