Los Juegos Paralímpicos de París 2024 ya están a la vuelta de la esquina. Tras la clausura el pasado domingo de los Juegos Olímpicos, el próximo 28 de agosto darán comienzo los Juegos Paralímpicos. La capital francesa, que ha albergado con ciertas polémicas, pero con éxito la cita olímpica, quiere estar también a la altura de unos Juegos Paralímpicos donde tenemos buena representación valenciana.

Uno de nuestros atletas más destacados es Kim López, doble campeón olímpico en Río 2016 y en Tokio 2020, que llega a la cita olímpica a defender su corona con ciertas incógnitas en su rendimiento después de la lesión de codo que tuvo en 2022 y que le mantuvo mucho tiempo apartado de la alta competición.

El primer doctor que me examinó me dijo que no iba a poder volver a lanzar, así que estar aquí ya es un premio

En los últimos dos años, el atleta de Silla ha vivido una auténtica pesadilla debido a persistentes dolores en su codo derecho, en el cual ha perdido flexión y extensión tras someterse a tres cirugías. Las dos intervenciones más recientes se realizaron el año pasado, en septiembre y diciembre.

“Al principio estuve tres meses mañana y tarde en la clínica de fisioterapia. He probado de todo, he probado hasta chamanes. Me han metido agujas de parte a parte del codo, he buscado todo lo posible hasta poder mejorar. Hasta hace poco no podía apenas lanzar y el primer doctor que me examinó me dijo que no iba a poder volver a lanzar, así que estar aquí ya es un premio”, asegura Kim López.

A pesar de que su preparación no ha sido la habitual, puesto que ha tenido que meter la carga de dos años y medio ¡en tres meses!, el lanzador de 35 años está decidido a no dejarse vencer por los obstáculos y a volver a levantar el oro olímpico. Se ha forzado todo lo posible para llegar con las máximas garantías posibles al 31 de agosto, el día que empieza la competición paralímpica para él.

He probado de todo, he probado hasta chamanes. Me han metido agujas de parte a parte del codo, he buscado todo lo posible hasta poder mejorar

“Hace dos años me pegó un chasquido en el codo y tuve que parar porque no podía ni coger una bola. Pasé por cirugía tres veces en un año. Esta última fue una operación más agresiva, que ha ido mejor pero he perdido flexibilidad en el codo. La motivación no solo viene por defender el título sino por la recuperación, sería épico revalidar el oro. Llevo dos años sin entrenar como es debido. Si sale bien, va a ser muy especial”, explica el doble campeón olímpico de lanzamiento de peso F12 (discapacidad visual).

Disfrutar y mirar al futuro

Por las condiciones en las que llega, Kim tratará de disfrutar en la pista, pero su condición de atleta con una gran fortaleza mental y con gen ultra competitivo le harán tratar de luchar por llegar al menos al cajón del podio. No puede ser de otra manera para el record-man mundial en la disciplina (17,04m), que aspira a todo en estos Juegos, pero que también mira al futuro, cuando pueda estar completamente recuperado.

Por forzarme me están saliendo otras lesiones adheridas y es difícil, ojalá pueda llegar al podio y ganar seria ya lo máximo

“Por forzarme me están saliendo otras lesiones adheridas y es difícil, ojalá pueda llegar al podio y ganar seria ya lo máximo. A partir de septiembre, empezaré a entrenar la nueva técnica, que con la lesión, ha cambiado y meteremos ejercicios con esa técnica desde el principio”, finaliza Kim López.