Dayle Ojeda y su exilio a Valencia: "Espero recompensar a España con buenos resultados"

En la vida nunca hay un guion marcado ni historias previstas. Todo avanza y fluye hasta conclusiones sorprendentes, así como arriesgadas, pero en muchas ocasiones, correctas. Los Juegos Olímpicos de París fueron el contexto perfecto de denuncia y noticia de Dayle Ojeda, una judoca cubana que ahora reside en Valencia y que tomó como camino alternativo no subirse al avión de regreso a su país tras 13 compitiendo con la Selección Nacional.

El camino hacia Valencia

Cronológicamente, todo empezó el 24 de julio. Ese fue el día del vuelo previsto de regreso de la judoca a Cuba con algunos miembros más de la expedición. Dayle no viajó a París para competir en los JJOO, sino para ayudar deportivamente a su compañera Idalis Ortiz, medallista y referente cubana en el mundo del judo. Una finalizada esa preparación Dayle debía volver a Cuba, pero decidió no hacerlo.

“Salí de París el 24 de julio y llegué a Barcelona el 26 y vine a Valencia el 29 de julio”, así lo resumen en declaraciones a YoSoyNoticia.es. Ya lleva en Valencia más de un mes y poco a poco va adaptándose a la vida aquí tanto deportivamente como socialmente. 

Los motivos de la decisión

¿Qué motivo a Dayle a abandonar Cuba, su familia, amigos y venir a Valencia? Así responde: “Siempre uno lo piensa en la situación que tenemos (en Cuba), que para nada es un secreto. Llevaba tres años en la Selección Nacional. Es un poco complicado. Había muchos aspectos externos que repercutían en mi decisión. Mi madre y mis dos hermanos están allí. En el mismo aeropuerto, el día 24 de julio, cogí mis maletas y me vine aquí. Fue lo mejor para mí y para ella. Mantenerse en la Selección es más un trabajo psicológico que físico. Estar ahí y enfrentarse con aspectos duros de exigencia y de presión sobre ti. Debes de estar preparado. A veces me pregunto por qué yo soporté tanto tiempo estas cosas”. 

“En redes sociales unos apoyan y otros critican sin saber el por qué. Nadie realmente sabe lo que pasa un atleta en mi caso. Llevo tres años en la Selección pasándolo mal. Mi responsabilidad con Idalis era máxima. Y este paso yo lo merecía. A mí nunca me dieron la oportunidad en Cuba habiendo ganando cuatro campeonatos nacionales y siendo segunda en la división. Y muchas veces era injusto”, añade.

El CAR, su nueva casa

Las duras circunstancias para poder desarrollar una vida deportiva y social en Cuba eran complicadas. Por ese motivo Dayle ha decidido apostarlo todo, literalmente, por el judo. Y lo ha hecho viniendo a Valencia, donde el CAR (Centro de Alto Rendimiento) le da alojamiento y la posibilidad de entrenar mañana y tarde.

Al respecto de esto, la judoca comenta que “el CAR me acogió en cuanto a hospedaje y deporte. Me han abierto las puertas y me están ayudando con el tema del asilo político y los trámites administrativos. E intentar competir por España que es lo que realmente yo quiero. Espero recompensar a España con buenos resultados. Me han acogido aquí desde el minuto uno. Siempre hubo un interés preocupándose por mi como persona. Es sacrificio no va a ser en vano y vale la pena esforzarse. Y ojalá poder competir ya en el Campeonato de España en diciembre”.  

Dayle Ojeda ha tomado una decisión de un cambio de vida radical. Ha dejado a su familia, amigos y vida social y deportiva allí para empezar una nueva etapa en Valencia. Ahora, en el CAR, Dayle es una referente y encarna una historia de trabajo, exigencia y apuesta por el deporte como casi nadie hace. Una apuesta que, seguro, saldrá bien.