La halterofilia en Valencia va asentándose con el paso de los años. Pese a la gran necesidad económica que impera en el día a día para sostener los clubes, el deporte sigue avanzando porque el relevo generacional de los levantadores es infinito. Para contar el momento de este deporte en Valencia, YoSoyNoticia.es se acerca a presenciar y conocer el Valencia Club de Halterofilia.

Nada más entrar nos recibe Emilio, aunque no es casualidad. Además de quedar con él a las 19:00h, poco importa a qué hora vayas que Emilio Estarlik siempre está allí. Es el fundador del club y lleva desde principios de la década de los 80 (en 1983) siendo un referente de la halterofilia en la ciudad y en la provincia. Además, fue durante muchos años presidente de la Federación Española de Halterofilia y de la Federación de Halterofilia de la Comunidad Valenciana. En el palmarés del club se pueden contemplar cinco Copas del Rey, medallas conseguidas en campeonatos de España todos los años y también el logro de poder mantenerse en División de Honor (máxima categoría nacional) durante muchas temporadas.

«Empezamos entrenando en Nazaret con dos barras dobladas y discos de hierro»

El club se fundó bajo el nombre de Río Turia y se cambió el nombre a Valencia Club Halterofilia más tarde. «Empezamos entrenando en Nazaret con dos barras dobladas y discos de hierro y luego fuimos a la Fuente de San Luís hasta 2005 que nos mudamos aquí», detalla Emilio, quien recuerda que la clave de seguir en esto es con «mucho esfuerzo. No es sacrificio, porque si fuera un sacrificio no lo harías«.

Tomás, Lina, Sergio y Emilio.

Una tarde de entrenamiento

Entrando en faena, «un entrenamiento del club consiste en hacer un calentamiento general y luego cada uno un trabajo específico. Empezamos a las 17:00h y acabamos a las 21:00h en dos turnos. En total, somos unos 35 competidores«, comenta Emilio mientras sigue dando alguna indicación a los levantadores que tiene cerca.

Uno de ellos es Tomás. Él no recibe indicaciones porque él es el que las indica. Es uno de los entrenadores del club: «Empecé a entrenar hace 14 años. Ahora tengo 23. Los que decidimos practicar halterofilia es por el boca a boca, ese fue mi caso. Entrenaba el que era entonces el novio de mi hermana y también mis padres querían que hiciera algo de deporte». Ahora es Tomás el que entrena a jóvenes como Alejandro, de 11 años; Hugo, de 12 años y Victoria, de 12 años. De hecho, Emilio aprovecha para anunciar que «tres chicas de aquí irán al campeonato de España sub17».

Del momento del club también habla Tomás, que sabe desde bien pequeño lo que cuesta hacerse un hueco en este deporte. «Al final, al ser un deporte que no somos profesionales ninguno, es fácil que te falle alguien porque tú tienes tu trabajo y lo tienes que priorizar«, refiriéndose a aquellas veces que levantadores del Valencia Club de Halterofilia se han ausentado de algunas competiciones. Tomás estudió el grado superior de Actividades físico-deportivas y tiene el título nivel 1 de entrenador.

La dura situación económica

El hecho de poder conseguir grandes logros y costear los desplazamientos de los levantadores, es la mayor reivindicación que hace Emilio durante la conversación. «Lo que necesitamos es más ayudas porque sino esto es insostenible«, asegura. «A no ser que estés en el equipo nacional, es imposible vivir de esto. Hay gente aquí que ha estado en el CAR y con la Selección… realmente yo digo que si van bien con los estudios no vale que salgan», añade.

«Cada vez tenemos menos ayudas. Ahora ha ido a menos y hemos estado a punto de cerrar»

«Cada vez tenemos menos ayudas. Ahora ha ido a menos y hemos estado a punto de cerrar. No sabemos con qué dinero contamos al principio de año, nos lo comunican al final y estamos dando negativo. Es difícil sostenerlo. Nos tenemos que juntar la Junta Directiva para ver qué podemos hacer porque los Campeonatos de España y los viajes hay que pagárselos a los deportistas», explica.

Y, además, también aprovecha para recordar épocas pasadas cuando el club tenía una mayor capacidad económica: «Cuando teníamos dinero y el Ayuntamiento nos daba subvención para tres años conseguimos ser campeones de Copa del Rey, campeones por equipos sub16, y también poder ir con monitores en colegios».

A la conversación también se incorpora Lina, presidenta del club y mujer de Emilio. En su currículum de triunfos, muchas victorias entre las que destacan el Campeonato de España y ser quinta del mundo. «Yo hago deporte por amor. Empecé con 55 años y siempre es un poco más difícil, porque la técnica hay que aprenderla de jovencito», asegura. También Lina insiste en la idea de Emilio, que con una mayor ayuda económica y presencia institucional y social el club iría más rodado y tendría el protagonismo de no hace tantos años.

La realidad que se respira cada tarde en el Valencia Club de Halterofilia es la de ilusión y entusiasmo por el deporte. La motivación de superarse a sí mismo cada tarde y en cada competición es la meta de cada levantador que acude todos los días a entrenar al club, convertido en una gran familiar en la que se respira un gran ambiente deportivo y social. 

La provincia de Valencia tiene un gran presente y futuro en la halterofilia. El reclamo de Emilio en cuanto a las ayudas a nivel institucional cada vez es más grande. Visitarles y disfrutar con ellos fue esencial para comprobarlo.