Antonio Martínez quedó campeón del Mundo en la Patagonia, Argentina. Una prueba que empezó a disputar en Portugal donde «sonó la campana» y logró clasificarse como primero. Una recompensa que le llega al probar suerte en la Carrera de Montaña, tras quince años en el deporte de orientación.

«Es muy bonito el recorrido. Subimos hasta 1800 metros saliendo de muy abajo, llegamos a tocar algunos kilómetros de nieve y al fondo se veían las montañas de los Andes.»

La carrera

El corredor de la provincia de Alicante empezó la carrera «un poco más conservador» para ir poco a poco subiendo el ritmo. Durante todo el recorrido contó con el apoyo de Andreu Simón quien quedó quinto y «entre los dos, sobre todo a mitad de carrera, íbamos haciéndonos relevos porque hay algunos tramos de carrera que se pueden hacer largos. Tener a alguien ahí marcándote el paso viene muy bien

El Mundial se disputó desde el primer metro hasta el cuarenta y uno, no fue hasta el último momento cuando lograron ponerse en la cabeza «en la última subida». Hasta los últimos kilómetros aguantaron el ritmo impuesto por el resto de selecciones y fue «en la bajada final donde recuperamos todos algunas posiciones y las matemáticas cayeron de nuestro lado.»

«En estas cosas nunca sabes cómo vas a quedar, así que te centras en hacer tu mejor carrera y luego ya ves cómo les ha ido a los demás, en este caso cumplimos todos y con creces.»

Acabar de correr una distancia larga siempre tiene un premio, satisfacción, orgullo, buenas sensaciones… en este caso fue más que eso. Para Antonio «salió todo como esperaba» y pudieron subirse al cajón más alto. La tenía entre ceja y ceja «desde hace tiempo» y cruzar por la meta le supuso «mucha felicidad». Una buena forma de terminar la temporada.

La historia de un mundialista

Antonio Martínez empezó en el mundo del deporte en Onil, un pueblo alicantino que hoy tiene 7.475 habitantes. Probó en el fútbol y en el basket, pero donde terminó destacando fue en el atletismo y la orientación. El entrenamiento le ha llevado a donde está ahora: «la montaña creo que se me da bastante bien y luego el ambiente que hay en este mundillo que es muy sano y humilde, me atrae mucho.»

«Había intentado hacer alguna carrera por fuera durante la temporada de orientación y no me había ido mal. Al principio de año, salieron los criterios de Portugal, vi que me cuadraba bien las carreras clasificatorias e intenté ir a por ello.»

Estuvo durante un año en un club de Noruega, dos años más en Madrid con un grupo de la selección. Unos apoyos que le ha ido dando la Federación de Atletismo y que le ha hecho posible convertirse en el deportista que es ahora. «Una etapa muy larga donde hemos ido pasito a pasito para llegar a donde estamos ahora», nos comentaba.

«Me gusta correr contra el crono, pero no es mi ámbito y me siento mejor en la montaña. Siempre está bien tener tiempos parciales y ver cómo estás realmente. En la montaña va todo por sensaciones, es muy difícil ir por tiempos o marcas, está ahí la diferencia con el atletismo.»

En estos últimos años el club, la diputación y otras entidades se han ido sumando haciendo posible que pudiera competir en Argentina, como él dice: «Todos hacen más fácil el camino». Ahora está buscando nuevos objetivos en su mente está la Golden Trail Series, unas pruebas de montaña o atletismo. Pese a no saberlo, avisa: «A ver qué nos depara el futuro, me gustaría continuar corriendo muchos años más. »