El pasado 3 de mayo, las federaciones de Deportes de Montaña y Escalada, Espeleología, Triatlón, Ciclismo y Orientación de la Comunitat Valenciana solicitaban de manera oficial una mesa de diálogo con la Generalitat. ¿El motivo? Los diferentes problemas que se están encontrando este tipo de deportes en su regreso a la normalidad.

La imposición de restricciones o prohibiciones y la problemática a la hora de aprobar o denegar una solicitud de organización de competiciones están suponiendo un lastre para los torneos y la práctica deportiva en el entorno natural. Y parece ser que las próximas normativas van a ser más restrictivas todavía.

Ante esta situación, en YoSoyNoticia.es hemos querido conocer de primera mano cómo es la situación real de un deporte como la orientación. Y lo hacemos de la mano de Héctor Esteve Ibáñez, director técnico de la Federación de Orientación, coordinador del plan de especialización deportiva en el Complejo Educativo de Cheste y miembro del club Verd3.

Lo que queremos es que se nos escuche antes de cambiar las cosas

Toda la población estaba y está deseosa del regreso de la antigua normalidad. Por suerte, el deporte está cada vez más cerca de encontrarla en su totalidad. Pero, por desgracia, no todo es volver y competir como si hiciéramos un chasquido de dedos. Los deportes en el medio natural están encontrándose con trabas que ni siquiera un mapa y una brújula pueden resolver.

Así lo cuenta el propio Héctor Esteve: «Al retomarlo todo, nos estamos encontrando con nuevas regulaciones que son muy estrictas. Y no sabemos por qué, pero los informes que están realizando los técnicos medioambientales están siendo muy desfavorables. No podemos competir por motivos que no tienen lógica. De hecho, estamos teniendo más problemas por estas normas que por la pandemia de la COVID-19″.

Lugares en los que aparecen diferentes especies que antes no lo hacían o respuestas tardías que dificultan la capacidad organizativa de pruebas tan costosas de coordinar como son las de orientación se han convertido en un lastre para un deporte que solo quiere ser escuchado.

«Queremos que se nos tenga en cuenta antes de implantar las normas y lo han hecho justo después. Es cierto que nos han reconocido que se han precipitado y que van a valorarlo todo, pero el error ya está cometido. En la fase de desescalada, lo primero que hicieron fue hablar con todo el tejido deportivo. Ahora no se ha hecho y nos está afectando mucho«.

Organizas una prueba durante 6 meses y te dicen si se puede realizar o no días antes

La comunicación entre la dirección deportiva de la Comunitat Valenciana y este tipo de deportes no está siendo la mejor. Más allá de dictaminar la normativa sin hablar con los diferentes protagonistas, la aceptación o negación de las competiciones es cada vez más lenta.

Esto es algo que también denuncia Héctor Esteve: «Puedes estar organizando una carrera de orientación durante 6 meses, pero no sabes si vas a tener el informe favorable. Imagina el nerviosismo del club que lo monta todo, porque hasta días antes no sabes si puedes llevar a cabo la competición. Además, ya nos han suspendido varias competiciones por informes desfavorables».

De hecho, tuvo que intervenir el Director de Deportes de la Generalitat Valenciana para poder solucionar un conflicto con otra carrera: «Teníamos una prueba junto con la Fundación Trinidad Alfonso en Guardamar que se tuvo que cambiar porque nos dijeron que no podíamos organizar competiciones, pero sí que vienen equipos extranjeros a entrenar. Tuvo que intervenir Josep Miquel Moya para poder solucionarlo».

Los programas de apoyo al deporte escolar nos están ayudando mucho

Más allá de las quejas y del camino que tienen que recorrer estos deportes, la orientación vive un gran momento de forma en lo que a deporte base se refiere: «Programas como l’Esport a l’Escola o l’Esport a l’Escola +1 nos están ayudando mucho. Enseguida se llenan nuestras competiciones y muchos colegios quieren que vayamos allí. De hecho, estamos hasta saturados. Pero esto nos sirve para llegar a más deportistas».

Además, que la orientación se haya instaurado en el Complejo Educativo de Cheste está suponiendo otra ayuda en lo que a profesionalización se refiere: «Estamos con muy buena salud, sobre todo a nivel de base. Queremos llegar a más, seguir creciendo. Y estar en Cheste también nos ayuda porque es un apoyo para los que quieren profesionalizarse en este deporte».

Un deporte para toda la familia

La competición de orientación sigue siendo algo desconocido en el itinerario colectivo de la sociedad. Pero sí es un deporte que aglutina a todo tipo de personas y a todo tipo de edades. De hecho, esa es una de las muchas características especiales de la orientación.

Sin ir más lejos, en una competición pueden cohabitar grupos participantes y grupos familiares: «Se trata de una carrera campo a través donde los deportistas necesitan un mapa, una brújula y su conocimiento particular. Y dentro de las competiciones se juntan los competidores con los que disfrutan de la actividad en el medio natural: familiares, amigos, personas de todo tipo de edades…».

La orientación es un deporte que ayuda a disfrutar de la naturaleza y a poner en marcha tanto el cuerpo como la mente. Ahora, con una base fuerte y con capacidad para seguir creciendo, la orientación en la Comunitat Valenciana quiere recuperar la normalidad y ser escuchada en pro de continuar con su crecimiento.