Paula Ramírez (Barcelona, 1994) disfruta de su mejor momento como deportista. Al tiempo que arranca un nuevo ciclo para la natación artística española, que acoge ahora con los brazos abiertos a una nueva seleccionadora como la legendaria Andrea Fuentes, uno de los grandes mitos de este deporte para España, la barcelonesa echa la vista atrás y se sigue emocionando al recordar todo lo vivido en esos Juegos de París en los que la selección española fue capaz de regresar al podio olímpico.
Afronta con optimismo e ilusión la nueva etapa, un ciclo que terminará en Los Ángeles 2028, esa cita que aparece lejano en el horizonte, pero para la que hay que trabajar desde ya y sabiendo que por el camino hay campeonatos internacionales de muchísimo nivel en los que hay que ir demostrando que esta generación dorada de nadadoras ha llegado para quedarse.
“Necesitaba mucho un poco de descanso después del verano porque París 2024 fue como ‘una bomba emocional’, tanto positiva como negativamente por la presión individual como colectiva”
Cuenta que ha tenido “dos meses de desconexión” que han sido muy necesarios para ella. “Me lo he tomado como un completo descanso”, ha explicado en declaraciones a la Real Federación Española de Natación, en una nueva sección llamada AguaConGas en la que ha se ha mostrado como es ella. “No me apetecía irme muy lejos, así que cogí mi furgoneta y con mi pareja nos fuimos a ver a las familias al norte de España, a desconectar, a comer y a sentirme sana otra vez, porque estaba realmente cansada”
Se trata de una deportista que lleva prácticamente toda la vida en la piscina, en el agua. Con la ilusión y las ganas intactas de afrontar esta nueva etapa, la medalla en París ha sido como la guinda a una impecable trayectoria y a un palmarés en el que puede presumir de haber ganado el oro en el Mundial de Fukuoka (Japón) o los títulos de los Juegos Europeos de Polonia. Lejos de dar un paso atrás en este nuevo ciclo, ahí está como punta de lanza de la natación artística española.
La llegada de una leyenda a la selección, Andrea Fuentes
Cuenta que está “emocionadísima” por la llegada de Andrea Fuentes al equipo. “Ella siempre ha sido una inspiración para mí y no solo en lo deportivo”, ha ido explicando. “Centrándome un poco en ella, creo que su filosofía de vida y trabajo es de admirar y llevo muchos años aprendiendo de ella, pero tenía muchas ganas de estar dentro del agua escuchándola y haciendo lo que me pida. A nivel personal voy a crecer como la Paula más humana, no solo la Paula que es sirena”.
Se siente optimista con el nuevo equipo con el que van a afrontar este ciclo que acaba de arrancar. “No solo lo digo por Andrea, la verdad”, continúa diciendo. Creo que entre todos estamos construyendo un equipo increíble, así que, independientemente de los resultados, estoy muy emocionada”
“Este año me lo tomo como un año de inspirarme y de inspirar a las niñas pequeñas, a la gente”
Nuevos retos, nuevos desafíos
Una de las premisas de Andrea Fuentes es que sus deportistas “rebusquen en su alma”, algo que no es fácil de conseguir. “Sé que no es fácil, pero yo confío totalmente en Andrea y en lo que nos dice. Mi proyecto es también conocerme a mí misma; creo que ella me puede ayudar y voy a intentar abrir mis brazos, mi alma y mi corazón. Quiero descubrirme porque cada cambio puede sacar una Paula nueva. Si hay cosas que no conozco de mí, puede salir ahora en esta nueva etapa”.
Es consciente de que esta va a ser una nueva etapa, con nuevos retos y desafíos, con nuevos objetivos… “Es verdad que hemos conseguido ya muchos objetivos, quizá más de los que nunca habría soñado, pero sigo aquí porque me gusta nuestro día a día, me gusta entrenar, esforzarme y estar con el equipo”.
“Me cuesta ver una vida sin tener a mi equipo al lado. Somos un equipo inspirador y muy potente. Creo que podemos llegar al alma de la gente, de las personas”
Con nuevas ambiciones y las mismas ganas de siempre, Paula Ramírez va a trabajar como siempre para seguir sumando al equipo; y más después de este necesario descanso. “Me ha encantado descubrir mi cuerpo en otros ámbitos distintos a mi deporte”, resume sobre este tiempo que ha podido despejar el cuerpo y la mente.
“Llevo tanta vida, casi 24 horas, haciendo natación artística, que ahora soy amante de otros deportes y actividades también. He practicado yoga, he ido a bailar, he intentado seguir moviéndome y mantener la forma, pero sobre todo hacer otras cosas”