Valencia no es una ciudad con una gran tradición del surf, a pesar de vivir a orillas de un mar. En el imaginario popular se tiene al Mar Mediterráneo que baña la costa valenciana como una ‘balsa’, un lugar tranquilo y sin olas. Por ello, practicar el surf, se antojaría complicado. Nada más lejos de la realidad.

Los amantes del surf valencianos saben lugares recónditos y escondidos para la mayoría donde sí hay olas habitualmente y donde se puede practicar surf, prácticamente todo el año. Uno de estos grandes enamorados de la cultura del surfing es Hugo Sánchez, quien hace 15 años cogió su primera furgoneta y empezó a dar clase a diferentes jóvenes interesados.

Poco a poco fue estabilizando ese emprendimiento y se alquiló un pequeño local al final de la Patacona junto a Carlos Berne y Óscar Giménez, quienes se convirtieron en sus socios y siguen siéndolo 12 años después. Su apuesta por el surf funcionó a base de mucha lucha, ilusión, ingenio y actividades complementarias.

En Valencia se puede surfear todo el año. Nos cuesta que vengan en los meses de frío, pero es una ciudad que tiene las condiciones y los lugares para hacerlo

Con el tiempo, pudieron adquirir un local más grande en la zona y también La Casa de La Mar, un sitio de eventos, cultura y ocio muy conocido en la ciudad. Hoy en día, Mediterranean Surf School es una escuela referente en Valencia que promociona el modelo de vida del surfing y enseña también a cuidar el entorno y otras modalidades de deportes acuáticos como el surf skate, el paddel surf, el megasup o también el skate.

“Todo surgió de que no solo ellos tenían la mentalidad del surfing, sabían que había más gente en Valencia que le gusta el surf, que conlleva estar en contacto con la naturaleza y el medioambiente, no ensuciar las playas, etc. Es una filosofía de vida. El surf también es el compañerismo, conoces mucha gente en el agua. Los niños hacen piña y tener ese buen rollo en el agua es brutal. De toda la vida, el surf es un deporte completo donde se habla antes, se mira dónde meterte, se disfruta de estar en el agua con la ayuda de tus compañeros y donde hay mucho buen rollo, no te juzgan, es la mentalidad del surf”, explica Sofía Santonja, directora de la Mediterranean Surf School de Puzol.

El surfing es una filosofía de vida que conlleva también el compañerismo y el respeto por el medioambiente, entre otras cosas

Esa es la filosofía que transmiten en sus clases a los centenares de niños que han tenido la suerte de pasar por sus centros deportivos y educativos. Además, los diferentes monitores participan también en la realización de actividades con escolares y llevan a sus alumnos personalmente, es decir, los acompañan durante todo el año para poder crear ese vínculo especial que se produce dentro del agua.

“En Valencia se puede surfear todo el año. Nos cuesta que vengan en los meses de frío, pero es una ciudad que tiene las condiciones y los lugares para hacerlo. El surfing es una cultura, un estilo de vida que queremos potenciar en Valencia y en Puzol, que tenemos las escuelas, pero no porque sea el nuestro, sino porque es respetuoso con el medioambiente, genera lazos increíbles de amistad y de cuidados mutuos dentro del agua, un lugar donde, siendo valencianos y valencianas, debemos saber movernos”, cuenta la ‘surfer’ natural de Valencia.

Surf para todos los públicos

Con el proyecto ya consolidado, aunque tengan dificultades para encontrar alumnado durante todo el año, iniciaron la aventura del kind surf, surf adaptado para personas con diversidad funcional, que les ha llevado a dar un paso más en su solidaridad y en su compromiso por una sociedad más justa e igualitaria. Tomaron la idea de las playas del País Vasco, donde ya lo había inventado Almudena Fernández en 2010, y lo exportaron hasta Valencia en colaboración con la escuela Zarautz. El resultado es inmejorable.

Son uno más en la escuela. Tenemos actividades preciosas para incluirlos con el resto de niños y niñas y que puedan disfrutar del mar y de su cuidado

“Son uno más en la escuela. Tenemos actividades preciosas para incluirlos con el resto de niños y niñas y que puedan disfrutar del mar y de su cuidado. Nuestro objetivo es poder seguir manteniendo abiertas las escuelas en el día a día y que la gente se anime a cultivar la cultura del surfing y a practicar surf en nuestras playas, que se puede y muy bien”, concluye Sofía Santonja.