Los tres pilares del medallista olímpico Pau Echaniz: piragüismo, costura y videojuegos
Publicado el 25/10/2024 a las 00:00
Logró el bronce en París 2024 en la modalidad de K-1 en aguas bravas y en la que era su primera experiencia olímpica. “Estoy teniendo suerte porque se están cumpliendo todos mis sueños”
A sus 23 años, Pau Echaniz ya es medallista olímpico, algo por lo que muchos deportistas pelean durante toda su vida y la inmensa mayoría de ellos no lo consiguen. Su bajada en las aguas bravas de París 2024 ya está en el museo del deporte español porque esos instantes más los posteriores esperando a que acabaran sus rivales fueron de los más intensos y épicos de todos los vividos por la delegación nacional en los recientes Juegos Olímpicos.
“La verdad que la espera en la silla se hizo dura y larga”, cuenta entre risas el deportista español que, al haberse clasificado para la final con el peor tiempo, bajó el primero y tuvo que esperar a que terminara el último competidor para poder celebrar una medalla de bronce que estuvo a nada de ser de oro, puesto que solamente el toque en una de las puertas le privó de conquistar el mayor de los premios que hay en el piragüismo mundial.
“Para nosotros los Juegos Olímpicos lo son todo. Yo ya tenía el sueño de participar en unos y ahora he cumplido un sueño mayor: el de ser medallista”
Una medalla “al primer intento”
Si echa la vista atrás y recuerda París 2024, lo que más le llama la atención es haber conseguido la medalla “al primer intento”, algo que casi no podía ni imaginar hace algunos meses. “La verdad es que estoy muy contento de haberlo conseguido”, dice. “Yo creo que los sueños se cumplen, aunque no sé si siempre”, sigue explicando, feliz, de evocar ese bronce olímpico. “He tenido suerte porque, además de haber ido cumpliendo sueños, esos sueños me han permitido luchar por otros nuevos”.
Insiste en lo importante y lo “bonito” que es ir logrando los objetivos que uno se ha marcado. “Yo quería clasificarme para los Juegos y he terminado consiguiendo una medalla”, cuenta un piragüista que, tras las vacaciones, está volviendo “poco a poco” a coger la forma. “Estoy terminando de recuperarme de una lesión que me hice después de los Juegos, pero ya “voy cogiendo ritmo” y “esto ya vuelve a empezar”.
Aunque los Juegos ya forman parte del pasado, París 2024 siempre formará una parte fundamental de la carrera deportiva de Pau Echaniz. “Yo recuerdo los momentos previos a la final con mucho cariño, en un estado mental muy extraño”, va resumiendo a Yo Soy Noticia.
“Yo he estado los últimos años viviendo para los Juegos. Eran el objetivo final. Era para lo que había trabajado y me había dedicado en cuerpo y alma, dedicando mucho trabajo y esfuerzo”
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La “larga y dura” espera
Explica que, tal vez debido a haber pasado por ese proceso, antes de la final se sentía “como se tenía que sentir”, como si ya hubiera pasado por eso, aunque fuera su primera experiencia olímpica. “Lo había imaginado ya muchas veces y sabía como tenía que hacer las cosas. Estaba a gusto con la presión, me sentía muy bien y cuando pienso en esa sensación tengo un recuerdo muy chulo”.
Como decíamos al inicio, la tarde de la medalla de Pau Echaniz fue realmente emocionante porque todos los espectadores supimos, nada más acabar su bajada, que el tiempo era muy bueno y la opción de medalla para España estaba ahí, pero había que esperar a que acabaran sus once rivales. “Era la primera vez que me pasaba de esta manera”, empieza recordando. “Se hizo duro y muy largo porque además, como ya has terminado, ya no puedes hacer nada para mejorar el resultado. Es un momento en el que estás cagado y deseando que fallen todos para conseguir la medalla”.
Por suerte esos nervios acabaron en lagrimas de felicidad y en un gran estallido de alegría, una alegría muy bien compartida en casa, puesto que su padre, Xabi Etxaniz, también fue deportista olímpico en Barcelona 92 y Atlanta 96 y es una persona clave en todo el desarrollo y crecimiento deportivo de nuestro protagonista. Además, la legendaria Maialen Chourraut es la actual pareja de su padre, con lo cual el fruto de lo logrado por Pau continuar con una saga familiar que han hecho de los Juegos Olímpicos el salón de su casa.
“Es una historia bonita porque es muy complicado conseguir una medalla olímpica. De hecho, el piragüismo en aguas bravas español tiene cuatro medallas y las cuatro están en esta casa”
Lo dice feliz, contento y orgulloso de ello. “Lo que pasa que yo tengo dos menos que Maialen”, sigue contando. “Es algo muy fuerte que haya salido todo así, con Maialen, con mi padre, que fue el que empezó con todo esto, que ya fue olímpico… Y luego Maialen rompió barreras y demostró que España podía ganar medallas en esta disciplina. Ella logró algo que parecía imposible y fue el mejor ejemplo. Demostró que, con trabajo, esfuerzo y confianza era algo que se podía lograr. Tanto mi padre como ella han sido una ayuda muy grande en todo este proceso”.
“Irme de vacaciones es irme a remar”
Tiene una medalla olímpica, sí. Ha cumplido el sueño que tenía como piragüista, también. Pero es que su deporte le encanta y lo ama por encima de todas las cosas. “Para mí irme de vacaciones es irme a remar”. Así de claro y de tajante lo explica. “Ahora hay que seguir trabajando y seguir disfrutando. Yo amo estar en contacto con el agua, con el calor… Es algo que forma parte de mí, creo que es muy valioso y lo quiero seguir haciendo toda la vida”.
Eso no quita que sepa lo dura y lo compleja que es la alta competición y el deporte de élite. “Mira, yo soy bastante joven, vivo con mis padres y todavía no tengo responsabilidades como mantener una familia o pagar un piso, pero es verdad que cuando estás en esas situaciones te juegas mucho con los resultados porque, en deportes como el nuestro, cada competición importante puede marcar el futuro. Te lo juegas todo a una carta y, en función de cómo salta, sabrás si vas a vivir bien o vas a sufrir más”.
Esa es la cruda realidad de estos deportes no tan mayoritarios y que hace que los deportistas tengan que buscarse un plan B de cara al futuro, algo que no ha supuesto ningún esfuerzo para Echaniz, más bien todo lo contrario, porque su otra gran pasión es el mundo de la moda y de la costura, una rara avis en el deporte, pero que se ha convertido en un pilar fundamental que sustenta la vida y el día a día de este donostiarra.
Costura y videojuegos
“Para mí, lo de la moda es algo que surgió hace tres o cuatro años”, empieza contando alguien que ya tiene su propia marca de ropa, ‘Ranger Universal’. “A mí siempre me ha costado mucho estudiar y me surgió la oportunidad de cursar un grado superior en Donosti y la verdad es que me ha abierto las puertas a un mundo súper interesante y que ayuda a muchas cosas en la vida. Es algo que me encanta, me lo pasó muy bien y es una pasión”.
“Me hace sacar la cabeza del deporte, del piragüismo y me da un colchón. Es muy difícil dedicarse solo a un deporte y que encima es olímpico”
Es consciente de que su deporte no puede ser lo único en la vida. “Eso es muy arriesgado. Tener un colchón al que recurrir por si lo del deporte no sale bien. Yo ahora sé que tengo esto y me gusta muchísimo. Para mí esto es un aprendizaje y una base que me puede servir para toda la vida. En el deporte llega un momento, por edad, que sabes que no puedes estar en la élite. Si te retiras a los treinta años del piragüismo queda mucho camino hasta la jubilación, así que cuando ya no haya más deporte ahora sé que tengo una profesión que me encanta”.
Piragüismo, costura… y videojuegos, el tercer pilar que sostiene el día a día de Pau Echaniz. “Es una afición que me gusta, algo muy normal porque desde que soy un niño me ha gustado mucho. Ahora me gusta estar en twitch en directo, jugando… Es algo que hago sobre todo en verano”, va explicando. “En invierno paso más tiempo en casa entrenando y en el taller cosiendo, pero en verano que vamos a más competiciones, como no me puedo llevar el taller pues dedico más tiempo a los vídeojuegos”.
Tanto es así que incluso Noah Lyles, campeón olímpico de los 100 metros, comentó en la red social X -llamada Twitter anteriormente- contestó un mensaje de Pau Echaniz que publicó poco después de su medalla. En él le decía que también iba a ponerse con los videojuegos tras su competición. “Para mí fue algo bonito, un honor que alguien como Lyles comparta esto conmigo”
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Israel Molina Gómez
Redactor YSN.
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