La figura de Martina Terré se ha consolidado en los últimos tiempos a golpe de parada porque ella es la nueva protectora del waterpolo español, la que ha tomado las riendas de la portería de una selección que ha tenido en Laura Ester a un icono y una leyenda.

El milagro nacional de este deporte es que a su alargada sombra ya le ha salido una guardiana joven, de talento descomunal y con un futuro tan alentador como el presente.

No hace falta viajar mucho en el tiempo para entender la dimensión de Terré, quien ha sido protagonista esta misma semana. En el partido de la selección española ante Australia, la guardameta española detenía un penalti en el último minuto para dar un ajustado triunfo a las chicas de Miki Oca por 9-8. Con el paso de los meses y de los partidos, su dimensión crece y crece.

Año preolímpico

«Estoy con muchas de competir y de ir a por todas en los encuentros que tenemos», empieza diciendo a Yo Soy Noticia apenas unas horas después de conquistar esa valiosa victoria en la Copa Mundial que acerca al equipo a la fase final del mes de junio.

«Este es año preolímpico, un año importante porque tenemos opciones de clasificarnos en casi todas las citas importantes»

La presencia de los Juegos siempre es una motivación extra, aunque el 2023 tiene el reto del Campeonato del Mundo de Fukuoka, gran objetivo de la temporada. «Justo esta semana han salido los grupos y tenemos a Países Bajos en el nuestro, así que tendremos que ir a por todas desde el principio»

La selección femenina de waterpolo es un valor seguro para el deporte español. En el siglo XXI nos hemos acostumbrado a ver a las chicas en los grandes podios internacionales y Terré tiene clara que «la clave del éxito es la preparación que no se ve, que está por detrás y que no llega solamente en el nivel absoluto», cuenta.

«Desde el CAR (Centro de Alto Rendimiento) con la Federación Catalana, cuando somos pequeños, ya becan a un grupo para poder ir empezando y luego con la Federación Española en otras categorías también se trabaja muy bien», sigue explicando. «Esto es una rueda a la que se suma la experiencia y la calidad que aportan las jugadoras más veteranas, las que llevan tiempo luchando por las medallas. Esa mezcla es la clave».

El alto nivel del waterpolo femenino

En estos últimos tiempos, la selección se ha consolidad hasta el punto de perder poquísimos partidos, en momentos muy puntuales, sin embargo, la gran piedra de toque es la potentísima selección de Estados Unidos. Lejos de convertirse en una obsesión por ganarles, Martina tiene claro que el nivel es muy alto en términos generales.

«A nivel europeo y mundial hay muchos equipos que van demostrando tener mucha calidad. No es solo Estados Unidos, aunque es verdad que ellas llevan muchos años ganando y demostrando el nivel que tienen. A día de hoy, todos los equipos, incluidas nosotras, venimos con muchas ganas de ganar y de pelear, sea el rival que sea».

Ella tiene ante sí la difícil papeleta de ser el relevo en la portería de Laura Ester, uno de los grandes nombres del waterpolo mundial en la última década.

«Es un gran ejemplo para mí. Cuando empecé a entrenar con el equipo absoluto me fijaba mucho en ella y tengo la suerte de haber podido aprender muchas cosas, de haber entrenado con ella…»

Se deshace en elogios hacia una compañera que «sabe mucho», que «se posiciona muy bien» y que «tiene mucho talento». Considera un privilegio compartir selección con ella «y si puedo seguir aprendiendo a su lado estaré encantada, porque sé que para mí o para cualquier otra portera que estuviera ella es un gran apoyo. Y es una figura clave a la hora de afrontar partidos».

El proceso de mejorar cada día

A sus veinte años, reconoce sentir «un poco de vértigo» al verse jugando en partidos trascendentales y ante algunas de las mejores del mundo, compartiendo piscina con deportistas que «tienen mucho rodaje y mucha experiencia», sin embargo, lejos de asustarse, la palabra con que define todo este proceso es «ambición».

«No hablo solo de ganar, sino de aprender, de seguir mejorando y de poder ver en qué aspectos fallo para poder seguir sacando la mejor versión de mí misma cada vez»

Los buenos resultados que el waterpolo español está consiguiendo tanto en la categoría masculina como en la femenina está provocando que el deporte se vaya consolidando poco a poco. «Cada vez se conoce más y cada vez hay más niñas y niños que lo practican. Eso está provocando, por otro lado, que el nivel de las ligas suba cada vez más, que haya más competición, más clubes que tengan recursos para tener un equipo mejor y que, en general, el nivel sea más alto. Y todo esto ya se empieza a ver reflejado a nivel mundial«.

Reconoce que su llegada al waterpolo no fue pensando en llegar hasta donde está ahora. «Al principio, para mí era un hobby. Yo iba por hacer deporte y para ocupar algunas horas de mía día. Para entretenerme y para estar en movimiento. Yo creo que el deporte es una parte muy importante para el desarrollo de una persona, tanto física como mental. Estoy muy contenta de que mis padres, desde pequeña, me hayan apuntado a hacer deporte«.

Y al igual que da importante al deporte, también lo hace con otras partes de la vida. «Estoy acabando primero de Global Studies, una carrera de la Univeristat Pompeu Fabra (UPF). Para poder compaginarlo con el waterpolo me lo voy partiendo». Y también saca tiempo para el ocio y el tiempo libre. «Es importante para poder desconectar. Es verdad que no tengo mucho, pero algo sí que hay. Se trata de aprovecharlo para disfrutar de la vida».