La caza es un deporte de tradición. Aunque en algunos sectores de la sociedad no tiene muy buena fama, la Comunitat Valenciana es una zona de cazadores y muchos son los valencianos que los fines de semana se levantan al alba para salir a cazar por diversión con sus amigos en los diferentes pueblos y ciudades del territorio valenciano.
Muchas familias tienen sagas de generaciones de cazadores. Abuelo, padre e hijo o hija salen a cazar y siguen la tradición porque es una forma de vida. Los abuelos enseñan a los padres y, más tarde, los vástagos suelen seguirles la estela porque la caza es un deporte que se desarrolla en la naturaleza y junto a los animales.
Enrique Martín Machado nació en un barrio de la Vall d’Uixó en el que la caza es tradición. Después de aprenderlo todo de su padre desde los cuatro años, empezó a salir con sus amigos a cazar mientras hacía el instituto. “De niño sólo pensaba en la hora que sonaba el timbre porque nos íbamos unos cuantos amigos a cazar y se disfrutaba mucho”, comenta Enrique, nominado a los premios Yosoynoticia 2023.
La competición siempre la he llevado dentro y esos programas me hacían aprender e interesarme mucho más que la escuela
En esas edades, la caza era un hobbie para Enrique. De pequeño, se aficionó a Jara y Sedal, mítico programa de La 2 que hablaba de caza y empezó a conocer a ilustres cazadores como el siete veces campeón de España, Ismael Tragacete. “La competición siempre la he llevado dentro y esos programas me hacían aprender e interesarme mucho más que la escuela”, asegura.
Ya pasados los veinte empezó a competir en algunos campeonatos locales o provinciales y poco a poco ha ido creciendo y aprendiendo. “La competición es muy diferente a salir de caza con los amigos, hay que conocer muy bien el coto de caza para saber por dónde te van a volar los animales y, en mi caso, hay que tener una relación muy especial con el perro”, analiza el campeón de España de caza menor.
Desde que empezó a competir, Enrique ha tenido diferentes fieles acompañantes. “Hace un año que tengo una perra nueva y la verdad que tenemos una relación súper especial, nos entendemos con la mirada y eso hace que sea más sencillo mi trabajo”, señala el cazador afincado en Sagunto.
La competición en caza menor es compleja puesto que en cada campeonato se van clasificando por diferentes cupos, es decir, para llegar a la final del campeonato de España, Enrique ha tenido que quedar entre los mejores en todas las rondas eliminatorias del campeonato provincial, del autonómico y de las semifinales del campeonato de España.
Fue un momento único, se lo dediqué a mi padre, que me lo enseñó todo
Para ello debe cazar el máximo número de piezas dentro del tiempo estipulado. Tener una regularidad y una constancia muy definidas. Y una forma física muy potente. “Yo entreno bici, corro por la montaña y hago gimnasio, nos hacemos más de treinta kilómetros cada competición, hay que estar muy preparados físicamente”, indica.
“Quedé segundo en el provincial y tercero en el autonómico y me clasifiqué para la semifinal por primera vez. Fue en Aragón, donde ya había cazado algunas veces. En la semifinal me lesioné de la pierna pero pude entrar dentro del control y había cazado una pieza, me clasifiqué noveno de doce del cupo”, cuenta Enrique.
Una semana después de la semifinal, se fue junto a los 28 clasificados para la final a reconocer el terreno del coto de caza para la final, que era a la siguiente semana. “Competí todavía lesionado en la final pero me salió un día redondo. Puede conseguir cinco piezas, la última volviendo ya a la meta donde me dijeron que era el ganador”, narra el cazador valenciano.
Sueña con que sus hijas sigan su estela
Enrique entró en meta con la gorra que le regaló de pequeño su padre en la mano y nunca olvidará el abrazo con sus hijas cuando se supo campeón. “Fue un momento único, se lo dediqué a mi padre, que me lo enseñó todo y poder celebrarlo con mis hijas, mi familia y amigos, que vinieron a apoyarme, fue algo inolvidable”, incide.
Tengo tres hijas y me encantaría que alguna de ellas compartiera la afición de la caza conmigo
Gracias al campeonato de España, máximo trofeo que puede conquistar ya que actualmente no existen campeonatos de Europa o del Mundo de caza menor, se ha clasificado para el próximo campeonato y podrá seleccionar un coto para el mismo. “Ojalá pueda volver a ganar aunque lo veo muy difícil. Yo no soy el mejor pero mi lema es trabajar y trabajar y por mí no va a quedar”, revela.
Enrique seguirá luchando y trabajando para hacer realidad sus sueños deportivos, sin embargo, reconoce que su verdadera aspiración sería que sus hijas siguieran su estela. “Tengo tres hijas y me encantaría que alguna de ellas compartiera la afición de la caza conmigo, es un sueño no deportivo pero es el que más ilusión me hace”, finaliza el campeón valenciano.