Es verdad que era un secreto a voces, algo que todo el mundo comentaba, una de esas cosas que se daban por hechas, pero a las que faltaba oficialidad, una oficialidad que solamente la propia protagonista puede llevar a cabo. Sin embargo, ahora sí que sí y ya no hay marcha atrás: Támara Echegoyen anuncia su retirada de la vela convertida en una leyenda y dejando detrás un legado imborrable, siendo ejemplo para cientos y miles de los y las jóvenes deportistas que vengan por detrás. Es el “punto y final”, en palabras de la propia protagonista.

“Seguramente ya podréis imaginar que he tomado la decisión de poner punto y final a mi carrera olímpica”, ha empezado diciendo en una publicación en sus redes sociales, dejando claro que ese rumor ya era una realidad. “Durante estos últimos meses me tomé el tiempo para reflexionar sobre mi trayectoria deportiva: el trazado que dibujé, la compañía con la que disfruté, las metas que se alcanzaron y también las que no se lograron”, ha seguido contando.

“Soñadora de profesión, tengo que confesar que ni en mis mejores sueños habría podido imaginar tener esta increíble carrera olímpica”

La ‘princesa’ de nuestra vela olímpica

Reconoce que llegar a lo “más alto” no era algo fácil de imaginar cuando empezó su periplo en los barcos de vela. “Alcancé lo más alto, tanto en lo profesional como en lo personal”.

Considerada como ‘la princesa’ de la vela olímpica española, fue campeona en Londres 2012, en la clase Elliot 6 M junto a Sofía Toro y Ángela Pumariega, y posteriormente también participó en otros tres Juegos, presentando un currículum solamente igualado por la histórica Theresa Zabell, que logró dos oros olímpicos en Barcelona 92 y Atlanta 96. Palabras mayores.

Su extraordinario rendimiento deportivo tuvo su consagración definitiva y el merecido reconocimiento siendo la abanderada -junto al piragüista Marcus Cooper- en los Juegos de París 2024, donde puso el broche definitivo a su trayectoria antes de dar un paso al lado y dejar que tomen el protagonismo las nuevas generaciones.

“Tomar una decisión como esta no es fácil, pero era la hora de hacerlo. Necesitamos cerrar etapas para abrir nuevas oportunidades y eso es lo que voy a hacer”

Nuevos retos y objetivos a la vista

Toma la decisión de retirarse como deportista, sin embargo, sigue ambicionando nuevos proyectos, retos y “desafíos” que le permitan “seguir creciendo como regatista y como profesional”. Es por eso por lo que espera que esto no sea “una despedida del mundo olímpico. Es un hasta luego. Estoy convencida que nos veremos pronto y que lo disfrutaré desde otro punto de vista. Quedo eternamente agradecida a todos los que habéis formado parte de esta extraordinaria aventura”.

Y es que en su palmarés brilla por encima de todo ese oro olímpico en Londres 2012, sin embargo, también ha sido capaz de proclamarse campeona de Europa y del mundo, además de dar al palo tanto en los Juegos de Río 2016 como en los de Tokio 2020, dos citas en las que terminó en el cuarto puesto, esa medalla de chocolate de sabor bastante amargo pero un resultado en el que se demuestra que estaba más que preparada para haber aumentado el conteo de preseas

Cierra la puerta a volver a unos Juegos, pero tiene claro que le queda cuarta para rato. Y es que tiene como objetivo explotar su experiencia como navegante de vuelta al mundo ya que suma una Volvo Ocean Race en su currículum. Es, sin duda, una de las regatistas más exitosas de la vela española. Un oro en Londres 2012 y dos cuartos puestos en Río 2016 y Tokio 2020 son la huella olímpica que deja una regatista muy querida en los pantalanes de todo el mundo y que seguirá sumando millas.