Siempre hay que celebrar noticias como esta, noticias que nos hacen ver que la evolución del deporte adaptado es la correcta, que el camino es el adecuado hacia la igualdad de oportunidades. La vela es uno de esos deportes que poco a poco quiere abrirse definitivamente a ello. Y algo así se pudo comprobar de primera mano este pasado verano, en las instalaciones del Real Club Náutico de Palma, que acogió la puesta de largo del proyecto inclusivo ‘Mar abierto’, pionero en el sector y que estuvo enmarcado dentro de los actos previos a la Copa del Rey Mapfre.

El objetivo de ‘Mar abierto’ es convertirse en la primera competición internacional en contar con tripulación íntegramente formada por deportistas con discapacidad

El reto proviene del comité de vela inclusiva de la Real Federación Española de Vela, con Gabriel Barroso, presidente del proyecto, a la cabeza. Se trató de un acto al que el propio ente federativo quiso darle la mayor de las importancias y así se pudo comprobar de primera mano al ver que al mismo acudieron Joaquin Gonzalez Devesa, el nuevo presidente de la RFEV, Catalina Darder, presidenta de la Federación Balear de Vela y Rafael Gil March, presidente del RCNP. También asistieron figuras relevantes del deporte tales como Juanjo Beltrán, técnico referente del Club de Vela Puerto Andratx, Violeta de Reino, tricampeona mundial y Arturo Montes, ambos representantes nacionales en los Juegos Paralímpicos de Río 2016. 

La vela más inclusiva

Aunque la presentación se llevó a cabo apenas unos días antes de que la Copa del Rey Mapfre 2024 se lanzara al agua, cabe destacar que tuvo una “formidable acogida”, como bien ha explicado la propia federación. Y es que no es para menos porque se trata de un desafío que pone “sobre la mesa” el hecho de que la vela es un deporte “plenamente inclusivo” y en el que cualquier persona, “independientemente de sus características”, puede practicar, lo que incluye, evidentemente, a las personas con discapacidad, sea cual sea el tipo o “severidad de discapacidad”

Esto es gracias a la variedad y universalidad de los diseños en las embarcaciones, como en vela ligera, algunos de cuyos modelos están reconocidos como clase internacional para competición.  

“En la categoría crucero, barcos como el R30, abren todo un mundo de posibilidades para los regatistas con discapacidad”

Tanto es así que, según continúa explicando la Federación Española de Vela, en este barco se “puede encontrar una plataforma ideal para participar en las principales competiciones de los circuitos de competición, lo que hasta ahora era inaccesible para la mayor parte de las personas con discapacidad”. Se trata, al fin y al cabo, de dar un paso más allá en el deporte de la vela inclusiva.

Así que ahora es el momento de ponerse manos a la obra con este proyecto que busca la inclusión total en la vela y es por eso que los siguientes pasos de ‘Mar abierto’ irán destinados a definir el barco y la tripulación que les permita estar, de forma definitiva, en la edición de 2025 de la mencionada Copa del Rey Mapfre, en cuyo contexto se ha quitado el telón para presentarlo.

“El barco ha de ser una unidad accesible, segura y con los requisitos necesarios para competir en regatas con sistema de medición ORC. A ellos se suma una tripulación que, a la condición de discapacidad, añada experiencia en práctica de la vela y en competición; adecuación al puesto asignado a bordo según nivel de movilidad, capacidad de toma de decisiones, etc; y compatibilidad con las condiciones de regata por duración de las pruebas, cambios de temperatura, etc”.

‘Mar abierto’, proyecto para 2025

Son cuestiones puramente técnicas, pero indispensables para la práctica de un deporte como la vela que se disputa a mar abierto. Por eso, “la unidad propuesta para llevar a cabo el proyecto ‘Mar abierto’ es el R-30, de Comuzzi Yachts.

“Con nueve metros y medio de eslora y transportable en remolque, esta embarcación está diseñada tanto para personas sin discapacidad como para personas con discapacidad”

“Esto incluye a usuarios de silla de ruedas, sin distinción. Tiene líneas elegantes y un sistema de manejo receptivo, ofreciendo una posición de mando cómoda. La estética general se caracteriza por la gran rueda de timón sin radios, y una plataforma móvil que permite adaptar la posición de la silla de ruedas a la escora del barco”

Por último, la Real Federación Española de Vela también explica que esta embarcación cuenta con una popa abierta que facilita el embarque de la tripulación y que permite el paso a través de ella, por lo que algunas sillas pueden moverse hasta la zona de proa. Y, por último, cuenta con una serie de “anclajes para fijar las sillas de ruedas” y los asientes de la cubierta son desmontables para ampliar todo el espacio.