Pese a la enorme subida de los precios en la mayoría de productos alimentarios debido a la inflación, mantener una cesta de la compra con alimentos equilibrados continúa siendo clave para el organismo y salud de cada persona.

Así, comprar productos baratos y procesados, lleva a que suban las cifras de obesidad (un 53% de los adultos y un 20% de los menores), hipercolesterolemia (15,5%), diabetes (7,5%) e hipertensión (19,3%). Esto también lleva a originar enfermedades cardiovasculares que pueden entrar en complicaciones.

Mantener la lista de la compra

Según la endocrinóloga, Iria Rodríguez, en la lista de la compra hay que incluir alimentos de origen vegetal, como las verduras (2 veces al día), la fruta (3 piezas al día), legumbres (de 2 a 4 veces a la semana), tubérculos (patata, boniato, etc.), cereales integrales (harinas integrales, pan integral, arroz integral, avena, quinoa, etc.), frutos secos (un puñado de 3 a 7 veces a la semana), semillas (como chía o lino) y como grasa principal el aceite de oliva virgen extra, tanto para para cocinar como para aliñar en crudo.

Con respecto a los productos congelados la especialistas indica que «siempre que se haya respetado la cadena de frío, son una excelente alternativa al producto fresco», refiriéndose principalmente al pescado y a la verdura.

Según también esta especialista la referencia, una vez más, «es la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y aceite de oliva virgen extra, y con un mayor consumo de pescado que de carne, y procurando que ésta última sea preferiblemente magra».

En el caso de veganos y vegetarianos, apunta la especialista que se debería añadir «un suplemento vitamínico específico por la carencia de ciertos micronutrientes como la vitamina B12, por ejemplo, presente en los alimentos de origen animal».