El alicantino Hugo Arillo ha pasado de ser el futuro del taekwondo nacional, a echar la puerta abajo del presente a sus 19 años con el oro logrado en Benidorm el pasado fin de semana en la categoría absoluta de menos de 54 kilos. Nacido en Elche en el 2002, compagina estudios de bachillerato y carrera deportiva gracias al Proyecto FER y al CAR de San Cugat donde reside y entrena en la actualidad.

En este 2021 ha conseguido su segunda medalla en un absoluto y por fin ha llegado la de oro. El ilicitano está muy contento «por esta segunda medalla, ya no sólo por el resultado, mucho más por las sensaciones. Me sentí muy cómodo y además pude ganar todos los combates con mucha seguridad y confianza en lo que estaba haciendo», asegura el campeón nacional.

Hugo Arillo: «Me gustaría poder hacer medalla en el mundial de China porque 54 es una categoría en la que tengo posibilidades de hacer algo grande».

Lejos de bajar el ritmo, la temporada para Arillo no ha hecho más que comenzar. A finales de agosto disputará un europeo sub-21 que estará abierto al resto de países del mundo, por lo que tiene más pinta de mundial que otra cosa. Sin embargo «el principal objetivo es el mundial de china en octubre que en principio ya tiene fechas y de momento se celebrará. Me gustaría poder hacer medalla en el mundial de China porque 54 es una categoría en la que tengo posibilidades de hacer algo grande», explica Hugo.

Hugo Arillo: «Unos juegos son el sueño de cualquier deportista. Estuve en los JJOO Juveniles en Buenos Aires en 2018 y aquello fue increíble, no quiero ni pensar en lo que tienen que ser unos juegos absolutos”.

Sin duda alguna «París 2024 es el objetivo principal igual que todos los mundiales y campeonato importantes. Unos juegos son el sueño de cualquier deportista. Estuve en los JJOO Juveniles en Buenos Aires en 2018 y aquello fue increíble, no quiero ni pensar en lo que tienen que ser unos juegos absolutos”, reconoce el taekwondista.

Un ambiente ejemplar para crecer

Hugo Arillo: «En este deporte te sancionan a la mínima falta de respeto y tiene unos valores detrás que te hacen crecer como persona a un nivel increíble».

Lejos de lo que uno pueda imaginar, el taekwondo es un deporte que presume de valores por todo el mundo. Esta modalidad deportiva «es todo lo contrario a lo que se ve en un combate. Es respeto, compañerismo y amistad. En este deporte te sancionan a la mínima falta de respeto y tiene unos valores detrás que te hacen crecer como persona a un nivel increíble. Lo primero que te enseñan es la importancia de la honestidad y la disciplina, y eso es muy importante», explica Hugo.

Empezó como muchos otros, siguiendo los pasos de su hermano mayor. Sus padres lo apuntaron al mismo gimnasio pero al principio «no me gustaba, me quería ir y no volver. Pero a las pocas semanas me enganchó y ya no había quién me sacase de allí. Lo que llevaba peor en realidad es que me dejaran solo, sin mis padres, pero una vez superado eso, el resto fue increíble», detalla el alicantino.

Ahora ese camino que estuvo a punto de abandonar le ha llevado a la élite nacional. En este momento «estoy terminando segundo de bachillerato y entreno por las mañanas y por las tardes, lo que supone 3-4 horas diarias. En cuanto a horarios y agenda lo tengo bastante más fácil porque estoy en el centro de alto rendimiento de Barcelona y está hecho para eso, para que puedas compaginarlo todo y es un lujo que hay que aprovechar para dar el máximo rendimiento posible», concluye Hugo.