Sara Sarrión (Valencia, 31 de enero de 2003) fue seducida por el golf cuando era una niña. Valenciana y de familia de jugadores, pronto empezó a destacar  como golfista y desde entonces no ha dejado de crecer dentro de un deporte que ama con todas sus fuerzas, por eso, se ha pasado el confinamiento echando de menos respirar dentro del campo, pese a haber podido entrenar bastante bien en su casa, gracias a que tiene un jardín «bastante grande».

Se considera una persona «que siempre busca la parte positiva» de las cosas, por eso ha sobrellevado la cuarentena «bastante bien», aunque con algunos «momentos de bajón, como todo el mundo», cuenta a Yo Soy Noticia ahora que ya ha podido recuperar parte de su rutina diaria.

«El primer día que pisé el campo de golf fue brutal. Lo disfruté muchísimo y valoré más que nunca cualquier pequeño detalle»

Y es que su vida cambió drásticamente con el Estado de Alarma. «Yo suelo pasar poco tiempo en casa porque estoy en clase hasta las cinco de la tarde y después me voy a entrenar hasta las nueve, así que solamente tengo tiempo de llegar, cenar y acostarme», resume sobre su día a día.

Por eso ha apreciado especialmente el haber podido pasar mucho más tiempo en familia, con el añadido de que no ha tenido que dejar de entrenar. «Me puse una red en el jardín y he podido hacer bastantes cosas. Además, como el golf es un deporte muy completo, al igual que otros muchos, siempre hay muchos pequeños detalles que pulir y que mejorar».

El Campeonato de España, primer objetivo

Pero todo eso ya es pasado porque la vida va recuperando su cauce poco a poco y más en el deporte en la Comunidad Valenciana. Si hace unos días se confirmó que la capital del Turia sería la sede de la final de la Liga ACB, este fin de semana también acoge el primer torneo «de exhibición» de tenis. Pues a estos dos eventos, Sara Sarrión nos informa de uno más.

«Ayer mismo nos comunicaron que volvemos a la competición a finales de julio. Creo que tenemos suerte porque es bastante pronto y no creo que otros deportes puedan volver en esas fechas. Además, la suerte es doble porque se trata del Campeonato de España Absoluto y será aquí en Valencia»

Con esa noticia ya metida en su cabeza, va valorando otros retos y objetivos, como el British Girls, que se celebrará en agosto pero tiene el problema añadido de que en Gran Bretaña te obligan a pasar una cuarentena obligatoria de catorce días, así que debería volar hacia allí dos semanas antes.

«Lo estoy valorando, es un torneo importante, pero si me voy allí no puedo jugar el Nacional aquí», resume sobre su situación respecto a estas primeras competiciones que marca el calendario español. «La verdad es que se me han cancelado muchas competiciones importantes, una en marzo y tres en abril que eran en tres campos impresionantes, dos aquí en España y otra en Francia. Ahora en junio teníamos otro torneo importante… Se ha ido cancelando todo y es una pena», explica la joven jugadora.

La evolución del golf femenino

Todo esto vienen a demostrar que el golf femenino ha ido creciendo mucho en los últimos tiempos, algo que ella confirma rápidamente.

«Vamos evolucionando poco a poco. Antes no lo veía mucha gente y ahora es diferente. Siempre se ha creído que era un deporte de hombres y se está demostrando que no es así»

Para ejemplificar esto nos habla del caso del Masters de Augusta, uno de los cuatro ‘major’ del golf masculino y probablemente el más emblemático de todos, siempre en ese paraíso del golf que es el campo de Augusta National. «Mira, era solo masculino y ya el año pasado se hizo para mujeres. Se van dando pequeños pasos», cuenta.

Sobre sus referentes en este deporte, lo divide en dos; por un lado habla del sector femenino donde siempre se ha fijado en las dos grandes, Carlota Ciganda y Azahara Muñoz. «Son referentes para nosotras, han trabajado muchísimo para llegar hasta donde han llegado». Mientras que también tiene ídolos entre los chicos. «Tiger Woods es el primero, por supuesto. Creo que es el gran referente de todo el mundo que juega el golf. Y luego, a mí particularmente, me gusta mucho Jason Day, porque tiene tras de sí una gran historia», empieza a explicar.

«Él perdió a su padre cuando era muy joven y esa noticia le llevó al mundo del alcohol y las drogas, sin embargo, a través de un amigo descubrió el golf y fue decisivo para que se alejara de ese mundo y se convirtiera en uno de los mejores jugadores del planeta. El golf también es un poco todo eso, aporta muchas cosas buenas en la vida», resume sobre un jugador que ahora está «jugando poco» aquejado de lesiones en los últimos meses».

Una oportunidad en Estados Unidos

«A mí es que me flipa el golf, lo sigo muchísimo». Tanto es así que para poder compaginar sus estudios con su trayectoria deportiva está decidida a cruzar el charco e irse a Estados Unidos, donde tendrá un programa «espectacular» para poder hacer las dos cosas. «Eso aquí en España es imposible, allí te dan muchas oportunidades en mi deporte y yo quiero seguir creciendo poco a poco para llegar lo más lejos posible  y poder jugar los torneos más importantes del mundo».

Antes de cerrar la charla, también explica lo importante que ha sido para ella y para su deporte la inclusión del golf en el programa olímpico de Río 2016, ya que hasta ese momento solamente había sido olímpico en 1904, hace ya más de 100 años. Eso le abrió las puertas del Proyecto FER. «Es fundamental tener el apoyo de ellos, entrar en el programa fue un gran paso en mi carrera deportiva. Me impactó cuando pude entrar, porque además fui la primera y única de mi deporte en aquel momento», describe la valenciana.

«Es una gran sensación formar parte de esa familia. Te das cuenta que hay gente que mira por ti y por tu deporte. Yo eso lo valoro muchísimo. Además siempre han dado su apoyo incondicional y están pendientes de mí en todo momento».