Quique Llopis: "Holloway es imbatible en 60 metros vallas, pero en 110 metros se le puede ganar"

"Esto no es sólo por los resultados, es compartir el camino. Llevan toda la vida en Proyecto FER y sentimos como propios tantos sus decepciones como sus éxitos. Es un compromiso más allá de los diplomas y las medallas". Con estas palabras arrancaba el acto de homenaje Juan Miguel Gómez, director de la Fundación Trinidad Alfonso. Las pronunciaba ante la emocionada mirada de Vega Gimeno, Pablo Herrera, Quique Llopis, Lola Riera y Sebastián Mora, cinco de nuestro más destacados representantes en París, hasta donde la fundación llevó a 23 de sus apadrinados, además de los 13 que se encuentran ahora mismo disputando los juegos paralímpicos.

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Recientemente pudimos hablar más en profundidad con Vega Gimeno, todavía en una nube tras conseguir en menos de un mes la Plata Olímpica y el Oro Europeo en Baloncesto 3x3. Así que quisimos ir más allá también con Quique Llopis, que en el acto estuvo preciso pero algo parco en palabras a preguntas de los periodistas, en línea con su habitual naturaleza introspectiva.

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“Salí de la final de París con sabor agridulce, pero cuanto más tiempo pasa más asimilas todo lo que has hecho y el mérito que tiene. Te tiras cuatro años trabajando para jugarte los resultados en 13 segundos. Lo más importante es ser constante y trabajar duro, asumiendo que siempre está todo en el aire. Ahora a descansar tras una temporada muy intensa y luego a preparar el Mundial de Tokio y el Europeo de pista cubierta”, declaró Llopis en la improvisada rueda de prensa.

"Salí de la final de París con sabor agridulce, pero cuanto más tiempo pasa más asimilas todo lo que has hecho y el mérito que tiene. Te tiras cuatro años trabajando para jugarte los resultados en 13 segundos"

Hacemos un aparte con él a la conclusión del acto y sonríe cuando le contamos cómo titulamos en esta casa su gesta parisina. Le gusta lo de los "110 metros fallas", sabe que estuvo muy cerca de "pegar la petardá". Tiene claro qué ha de hacer para dar el último salto y hacerse con el trono de la prueba, donde a día de hoy Grant Holloway parece indiscutible. Y nos lo expresa con firmeza:

“El principal objetivo a mejorar desde ya es tanto la salida como las primeras vallas, para coger esa velocidad punta lo antes posible. Hemos de trabajar en perder lo menos posible en esos primeros obstáculos y recortar a tope lo que podamos, pero sin estar ya tan forzados que nos pueda el ansia como en la final y eso nos lleve a precipitarnos y cometer errores. De haber hecho una carrera óptima y estar en mi mejor tiempo hubiera estado en las medallas. A nivel técnico hay pequeños detalles que luego pueden marcar una gran diferencia”, nos dice Llopis.

“De haber hecho una carrera óptima y estar en mi mejor tiempo hubiera estado en las medallas. A nivel técnico hay pequeños detalles que luego pueden marcar una gran diferencia”

El de Bellreguard es consciente de que en París presentó a lo grande su candidatura para la élite mundial y más siendo el único europeo en una apabullante final plagada de estrellas, ámbito en el que parece tener bien estudiado al referente indiscutible de la categoría: “Holloway en circunstancias normales es imbatible en 60 metros vallas. Pero en 110 metros se le puede ganar. Tiene una salida espectacular pero a veces se le hace un poco larga la prueba y pierde fuelle", nos dice con fruición.

Y antes de despedirnos de él le preguntamos sobre qué tienen las vallas para que tradicionalmente los atletas españoles suelan asomar la cabeza en cuanto a resultados más a menudo que en otras categorías: "No lo sé exactamente. Además de cierta tradición histórica, está claro que al nacionalizarse, Orlando Ortega nos dio un plus a todos, a Asier, a mí y al resto de los chavales. Es inspirador", concluye.

Le deseamos a Quique Llopis una pronta recuperación y que vuelva pronto a la competición porque es mucho lo que tiene por delante. Y por qué no soñar con el valenciano en plenitud imponiéndose a Holloway en su país y ante su público en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.